En las elecciones autonómicas y municipales de Madrid de 2011, Esperanza Aguirre y Ruíz-Gallardón vuelven a arrasar en las urnas. Ambos revalidan su mayoría absoluta. Por tercera vez, salen victoriosos al balcón de la sede de Génova.

El primero en irse fue Gallardón, que pese a hablar de compromiso con los madrileños, abandonó la alcaldía de la capital cuando no había pasado ni medio año de su reelección. Después de la victoria de Rajoy en las generales, Gallardón pasa a la cartera de Justicia.

Unos meses después, quien abandona es Esperanza Aguirre. Alcalde y presidenta dicen adiós y designan a sus herederos. Botella y González, tras probar el poder, quieren, en principio quedarse. Pero no lo logran. 

La exclusión de Ignacio González no está relacionada con su gestión como Presidente. Su quebradero de cabeza ni siquiera está en la Comunidad de Madrid, es un ático en Estepona. Un dúplex de 495 metros cuadrados. El asunto estaba latente pero ya no era protagonista, sin embargo recobra fuerza a principios de Marzo. El día 3 'El Mundo' abre a toda página: 'González pidió ayuda a policías para ocultar el caso de su ático'.

González intentó justificarse diciendo que quisieron hacerle chantaje. Sin embargo, su argumento no aguanta en pie. Un equipo de laSexta Noticias saca a la luz las conversaciones de González y el comisario Villarejo en las que se revela qué se dijeron y suena poco a chantaje.

En este contexto, las ganadoras son Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes. Aguirre ha sido casi todo en el PP. Desde su púlpito en Madrid, Aguirre no se corta y da lecciones a su partido sobre cómo afrontar los escándalos de corrupción. Además, a la hora de ponerse medallas, también se presenta voluntaria. Ya queda para la historia su famoso: "Yo destapé la trama Gürtel".

Cazatalentos fue su profesión el tiempo que estuvo, teóricamente, fuera de la política: dos años con un momento cumbre a bordo de su Toyota blanco. Para las multas de tráfico, Aguirre es una sexagenaria y para la política, savia nueva. Rajoy le concedió a Esperanza Aguirre el deseo que le quedaba por cumplir: aspirar a la alcaldía de la capital de España. Si alguien pensó que eso templaría sus ánimos, se equivocó. En sólo unos días, la popular ha abierto multitud de frentes.

Aguirre ha cargado contra Gallardón, le ha llamado megalómano, contra Cristina Cifuentes, contra Cospedal y volverá a cargar, si es necesario, contra quien haga falta.

El ayuntamiento de Madrid es feudo inexpugnable del Partido Popular desde que Álvarez del Manzano ganó la alcaldía en 1991. La Comunidad de Madrid, desde el 95, cuando ganó Gallardón. En total, más de dos décadas de mayorías absolutas que, según las encuestas, ahora podrían peligrar. ¿Mantendrá el poder el PP de Madrid con su nuevo tándem de candidatas?