Para triunfar en el restaurante, Chicote enseña a los trabajadores un nuevo plato: Bacoretas con brochetas de patatas y cebolla. Sin embargo, si se pasa de cocción, se queda seco y es para tirar.

Con la llegada de los primeros comensales, aumenta la tensión en la cocina y el chef requiere de la presencia de Carmen entre fogones. Y es que, Manolo está bloqueado, se le ha pasado el pescado y para colmo no hay suficiente para unos clientes que comienzan a impacientarse. Una situación que agobia aún más al cocinero y parece dar igual a la propietaria.