Están todo el año esperando este momento. Para los universitarios norteamericanos, que se acerque la primavera es sinónimo del comienzo del 'Spring Break'.

Una semana de fiesta extrema en la playa. Siete días y siete noches de auténtica locura, en los que los principales protagonistas son el alcohol y las drogas.

Cada Universidad elige su propia semana entre febrero y comienzos de abril para desfasar sin límite. Cada año participan millón y medio de estudiantes. Todos bien organizados a través de la web oficial del Spring Break. Hay tanta demanda que las agencias de viajes organizan paquetes para ir a las playas más solicitadas. Aunque, eso sí, cada vez se tienen que ir más lejos, porque hay ciudades que  han llegado a prohibir estas fiestas. Por eso ahora la moda se está trasladando a Cancún.

Aunque las autoridades mexicanas también han empezado ya a endurecer sus leyes. Han prohibido la venta de alcohol en la playa. Están prevenidos, así que todos los años extreman al máximo la seguridad. Pero por mucha policía que sí ronda la zona, cada año más de 2.500 estudiantes acaban detenidos en toda Norteamérica. Ahora la policía está investigando la violación de dos chicas que participaban en la fiesta. Es la otra cara del Spring Break.