El presunto asesino de su hija de tan solo dos años ha sido recibido a gritos a la llegada a su casa para reconstruir el crimen. La Policía científica ha trabajado durante toda la mañana de este lunes en la vivienda.

El acusado ha estado con los agentes durante más de una hora y mientras un centenar de personas se han concentrado en el Ayuntamiento de Alzira para mostrar su rechazo ante este brutal crimen. "El eslabón se rompe por la parte más débil que son los niños y las niñas", asegura Diego Gómez, alcalde de la localidad.

La tía de la niña asegura que su hermana se quería separar: "Mi hermana vino a mi casa y me dijo que discutió con él y que no que no quería vivir más con él. Mi hermana está acabada, terminada".

No existían denuncias previas por malos tratos y, a la espera de la investigación para ver si puede considerarse un caso de violencia machista, son ya 22 los menores asesinados desde 2013 como consecuencia directa de esta lacra.