Zepi Zepineta, "siempre va en furgoneta" y Picatoste, "especialista en paella mixta", son dos de los doctores sonrisa de la Fundación Theodora que acompañan a los pequeños que van a ser operados hasta las mismas puertas de quirófano.

"Se demostró que disminuía el estrés emocional de todos y además la necesidad de premedicación de los pacientes antes de ir a quirófano", afirma María Luisa Martínez, presidenta del Comité de Humanización del Hospital Gregorio Marañón.

Lucas tiene seis años y se va a operar, le van a quitar la vesícula y sólo hay que ver su cara para entender el gran trabajo de Zepi y Picatoste con él. "Le ayuda a olvidarse un poco lo que le va a pasar y le relaja bastante tanto a él como a nosotros", comenta Ana, madre de Lucas.

"Les acompañamos para ayudarles a quitar el estrés y la tensión que puedan tener ellos y sus papás", explica la doctora Zepi.

Iker, que tiene sólo tres años, también tiene que ir a quirófano y los nervios se notan, pero minutos después de recibir la visita de los magos del humor todo cambia.

"Cuando llegan a la planta preguntan si es el día en que vienen los doctores sonrisa, por algo será", afirma Nuria Martínez, enfermera y miembro del Comité de Humanización del hospital.

Son unos excelentes artistas que convierten la amarga realidad en pura fantasía. "Lo mejor de este trabajo es que cuando termino tengo ganas de más", explica el doctor Picatoste. Hacen cualquier cosa para que los más pequeños, aprendan a reírse del miedo.