La Guardia Civil ha dado por desarticulada una presunta trama de tráfico de armas en el marco de una operación, denominada 'Balin', iniciada en Sevilla, desarrollada en dos fases y que se ha saldado a nivel nacional con 25 personas detenidas y otras 17 investigadas por los supuestos delitos de tráfico de armas, tenencia ilícita y el depósito de armas, depósito de municiones, depósito de explosivos y tráfico de drogas, así como con la intervención de 126 armas de fuego y más de 6.000 cartuchos metálicos, entre otros efectos.

Esta operación se inició en Sevilla el mes de noviembre de 2016 tras detectar el Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla varios anuncios en portales de Internet en los que, bajo diferentes subterfugios, se ofertaba la venta de armas detonadoras transformadas para efectuar fuego real, así como munición con proyectil para las mismas.

Fruto de las investigaciones practicadas se pudo descubrir que el autor de dichos anuncios era un vecino de Sevilla de 53 años de edad, quien se dedicaba a adquirir masivamente en diferentes establecimientos del territorio nacional armas detonadoras que posteriormente, sus compradores, siguiendo sus instrucciones vía teléfono o través de una red social, manipulaban para que pudieran efectuar fuego real y disparar munición con proyectil, munición que de igual modo facilitaba los elementos y las instrucciones necesarias para su fabricación artesanal, según detalla el Instituto Armado.

Una vez identificado y localizada la ubicación donde ocultaba las armas, se procedió a la explotación de la primera fase de esta operación, con la detención de este individuo, así como a la detención o imputación de otros 15 presuntos compradores de armas ilegales que se habían identificado hasta el momento, realizando 20 entradas y registros en sus domicilios en cuyo transcurso se intervinieron, entre otros efectos, 23 armas de fuego y 1.460 cartuchos metálicos de diferentes calibres.

En uno de los registros en la provincia de Granada también fue desmantelada una plantación 'indoor' de marihuana que ocupaba la práctica totalidad de las habitaciones de la vivienda y en la que fueron intervenidas 263 plantas de esta sustancia estupefaciente, y la cual estaba dotada con todos los elementos necesarios para el cultivo intensivo de esta droga, tales como extractores, ventiladores o lámparas, entre otros.