Desde Peta Asia
denuncian que "los criadores se preocupan más por las ganancias que por
el bienestar de los animales". Los investigadores han asegura que los animales
están en "jaulas sucias" y "tratan de escapar del hedor de sus propios desechos" acumulados en jaulas apenas más grandes que ellos.
Además, la ONG asegura que en una de esas "fábricas", un
testigo "escuchó a los perros ladrar dentro de una habitación que era tan
oscura que no podía ver dentro de ella". Un trabajador le confirmó que "los
perros machos y sementales" se alojan en esas pésimas condiciones.
"Estos perros están condenados a toda una vida de
confinamiento y soledad antes de ser asesinados o abandonados una vez que dejan
de extraer suficientes cachorros para ser rentables", denuncia Peta Asia.