El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha insistido en "abrir una puerta al diálogo" tras el referéndum del 1 de octubre en Cataluña. Así lo ha expresado en su discurso: "Este momento requiere mediación". Sin embargo, poco después, en la misma intervención, ha dejado claro que no piensa cambiar su hoja de ruta.

"En los próximos días mostraremos la mejor cara cuando tengamos que aplicar el resultado del referéndum", ha asegurado el dirigente catalán. Para el Partido Popular, esta actitud impide, en cambio, cualquier acercamiento. "Mientras te están amenazando no puedes poner un mediador. Lo único que puedes pedir es que cese la amenaza", ha criticado Esteban González Pons, portavoz del PP en el Parlamento Europeo.

El PSOE comparte la misma idea de los populares. Por ello, pide que se cancele el pleno del próximo lunes en el Parlament. En palabras del secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos: "No se puede apelar al diálogo y al mismo tiempo estar manteniendo el desafío".

Desde Compromís, uno de los que se ha sentado en la Mesa de partidos por el Diálogo impulsada por Podemos, creen que el momento requiere de gestos por las dos partes. "Por una parte no se debería declarar la independencia el lunes, y por otra deberían sentarse a hablar", ha considerado Joan Baldoví, portavoz de Compromís, en declaraciones a Al Rojo Vivo.

Mientras, las propuestas para mediar siguen apareciendo. Ahora será Comisiones Obreras la organización que presente su propuesta alternativa para intentar llegar 'in extremis' a un acuerdo y poder encontrar así una salida a la cuestión catalana.