Más de 100 personas murieron en el sureste de Nigeria en el derrumbe de una iglesia evangélica durante un servicio religioso en el que se consagraba a un nuevo obispo, según informaron hoy fuentes médicas. El siniestro se produjo en la ciudad de Uyo, capital del estado de Akwa Ibom, situado en la región petrolífera del Delta del Níger,

Según detallaron medios locales, el templo pertenecía a la Reigners Bible Church International y estaba lleno de feligreses que asistían a la celebración. "He podido ver más de 100 cadáveres. Si pudimos salir vivos fue solo por la gracia de Dios", ha dicho al diario Punch una superviviente.

Supervivientes de la tragedia y vecinos de Uyo consideran "conservadoras" las cifras oficiales, ya que solo tienen en cuenta las muertes certificadas por los médicos. "Un médico dijo que al menos 50 muertos fueron trasladados al hospital en el que él trabaja", dijo un vecino de Uyo, que no quiso identificarse.

Dos grúas de una empresa privada de construcción han sido utilizadas para despejar de escombros el lugar de los hechos, que continúa acordonado por la Policía y en el que los servicios de emergencia siguen trabajando. Numerosos curiosos se han agolpado en las inmediaciones del templo para no perder detalle de las labores de rescate de una tragedia que ha conmocionado a Nigeria.