Jolyon Palmer parece tener las horas, los días o las semanas contadas en Renault. El piloto británico, que mantuvo su asiento en el coche amarillo en lugar de Kevin Magnussen, está teniendo una temporada horrible entre fallos de fiabilidad y de velocidad, y está a años luz de los resultados que está cosechando Nico Hulkenberg. Todo ello ha provocado que la escudería gala busque alternativas, bien con la opción de tener ya a Carlos Sainz o bien con la de subir al monoplaza a Robert Kubica.

Desde Bild apuntan a que esta última opción será una realidad en el GP de Bélgica. El polaco ya se ha subido al monoplaza amarillo en unas pruebas en Valencia y él mismo confirmó que estaba en perfecto estado para volver a la F1: "Sé que soy capaz de pilotar un Fórmula 1 de forma rápida y constante. Es uno de los coches más fáciles de conducir desde que tuve el accidente".

Además, Cyril Abiteboul, director general de Renault, ha dejado caer la opción de que Kubica vuelva: "Palmer ha tenido problemas de fiabilidad, pero es verdad que si tuviéramos a dos pilotos que sumaran puntos no seríamos octavos en el Mundial. Robert no se ha subido al coche por publicidad. Es aún muy rápido, y tiene la misma energía".

Veremos si Kubica se sube o no al Renault en Spa, y veremos si se sube también a los test de Hungría de comienzos de agosto. El polaco parece tener más abiertas que nunca las puertas a su regreso a la Fórmula 1.