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España

¿Nos vamos de glamping?

De glampling en Casa de Laila, porque irse a dormir al campo ya no es lo que era...

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Alejarse del mundanal ruido es, a veces, una necesidad; algo que además no deja de tener su lógica si nos paramos a pensar en el ritmo de vida al que no podemos evitar sumarnos en cuanto ponemos los pies sobre el asfalto; se trata de un deseo irrefrenable al que, de cuando en cuando, se hace incuestionable darle el gusto. Hoy os proponemos un rincón malagueño de lo más apetecible para esos momentos de retiro y paz, se trata de una experiencia de camping muy distinta a la que estamos acostumbrados, una en la que los pequeños lujos de la vida están invitados porque no hablamos en realidad de un camping sino de una casa en el campo con cinco lujosas tiendas en su jardín, glamping -glamour+camping- en toda regla. La Casa de Laila dispone de cinco encantadoras tiendas ubicadas en su jardín de naranjos, cada una de ellas con su zona privada y vistas al valle; tienen un diámetro de cinco metros que las convierte en el alojamiento ideal para dos o cuatro personas y, en ellas, la vida discurre de otro modo. En el jardín de Casa Laila te despiertas al aroma de un delicioso desayuno buffet, pasas la mañana disfrutando del jardín y de sus vistas, del aroma de azahar y de la belleza de esta tierra, llegado el mediodía, puedes optar por desplazarte a alguno de los restauantes locales pero, si optas por comer en casa, en tu tienda, puedes elegir entre un sabroso cátering en el que manda el producto local o incluso cocinar tu mismo en la cocina al aire libre. Las tardes son de paseo, para disfrutar de la piscina de la casa, de sus cómodas tumbonas al aire libre, alguna en la zona primavada de tu tienda, inclso; o puede que sea momento también de quedarse en la tienda porque dispondrás de wifi, de un espacio de mesa y el indispensable lugar para recargar la batería. Las noches son tranquilas, románticas y deliciosas, para descansar en el interior de tu tienda que no es de campaña sino de campana, decorada con tejidos marroquís y con cómodas camas, sábanas y almoadas entre las que refugiarte. El jardín se ilumina entonces con velas para hacer única tu experiencia de campo y lujo. Y, además, podrás disfrutar de masajes o de clases de yoga si así te lo pide el cuerpo porque en Casa Laila lo esencial es tu bienestar en una glamourosa tienda de campana.

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