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CASTILLA Y LEÓN

Escapada con historia y buen vino a Toro

Un rico patrimonio artístico e histórico hacen de Toro un lugar privilegiado. Pero también una cultura enológica de calidad, que la ha convertido en un referente vinícola. Acercarse a la ciudad zamorana es todo un acierto. Y más ahora, cuando acoge 'Las Edades del Hombre'.

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Toro es una ciudad histórica y monumental. Histórica porque fue sede real entre los siglos XII y XVI y también lugar de celebración de Cortes; y monumental porque, gracias a ese periodo de esplendor, se construyeron edificios importantísimos que han llegado hasta nuestros días y que son testigos de una época que hay que conocer. Lo mejor de pasear por esta ciudad con nombre de vino es su encanto y su esencia medieval, su rico y extenso patrimonio artístico  e histórico, hacen  de Toro un lugar privilegiado que esconde sorpresas en cada uno de sus preciosos rincones.

Conocerla es disfrutar de sus callejuelas y plazas, y adentrarse con los cinco sentidos en la historia de Castilla y León. Visitar iglesias, palacios y monasterios o degustar un buen vino son un buen ejemplo de lo que Toro ofrece. Declarada Conjunto Histórico Artístico, su estratégica ubicación dominando el Duero propició en el pasado que fuera un lugar de conflicto entre cristianos y musulmanes, corte de reyes y capital de provincia.

Toro es cuna de grandes vinos. Desde el Mirador del Espolón se divisa la rica vega regada por el río Duero, que nos permite adivinar lo que fue la ciudad defensiva antaño con los restos del Castillo o la Torre del reloj. No dejes de visitar en el centro la impresionante Colegiata Santa María la Mayor, con su famoso cuadro de La Virgen de la Mosca, llamado así por el insecto que se puede ver en la rodilla de la virgen. Un edificio construido en la segunda mitad del siglo XII, en tiempos del reinado de Fernando II de León, Además, en Toro se conservan restos de una antigua muralla, y las puertas de Corredera y de Sta. Catalina. 

Otros edificios religiosos son las iglesias de San Lorenzo el Real, de estilo románico, y la de San Salvador de los Caballeros, que alberga un museo de arte sacro y medieval.

También el Monasterio de Sancti Spiritus, el Museo del Monasterio de Sancti Spiritus y su  museo, la Iglesia de San Sebastián de los Caballeros, el Portillo de la traición o postigo de la traición, la Torre del Reloj, el Palacio de los Condes de Requena, la Iglesia del Santo Sepulcro... La Plaza de toros de Toro la tercera más antigua de Castilla y León. Y te llamará la atención el Puente de Piedra o Puente Mayor. Ahí es nada. Hay mucho que ver. Y ahora mucho más.

La ciudad acoge hasta el próximo mes de noviembre la XXI edición de Las Edades del Hombre, imprescindible y referencia nacional e internacional. La exposición AQVA de las Edades del Hombre podrá verse en los escenarios en los que el agua ha sido el tema central: la Colegiata de Santa María la Mayor, joya arquitectónica del municipio, y la Iglesia del Santo Sepulcro sede del vicario general de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén hasta el siglo XV, que se encuentra en la Plaza Mayor.

Sin duda, una oportunidad única para descubrir una de las mejores muestras de arte religioso en España, en esta ocasión a modo de seis capítulos: Agua de Vida, Preparando Caminos, Los cielos se abrieron, Cristo, Fuente de Agua Viva, El Bautismo Que Nos Salva’ y Renacidos por el Agua y el Espíritu. No hay mejor excusa para una escapada a Toro.

Toro, emplazado en la provincia de Zamora, es un pueblo singular, el Arco del Reloj, la Iglesia San Salvador, el Monasterio de Sancti Spiritus o el Alcázar, que fue residencia de los Reyes Católicos, son solo algunos de sus monumentos. El Palacio de las Leyes, tuvo lugar la promulgación de las 83 leyes que llevan el nombre de Toro, el Toro Vacceo, que dio origen a la ciudad y definió su blasón.

A lo largo del tiempo los viticultores y enólogos han impulsado el desarrollo de esta comarca consiguiendo que en 1987 su vino obtuviese el reconocimiento como Denominación de Origen. Hay más de 60 bodegas inscritas que elaboran un producto de gran calidad. Y un pequeño tesoro escondido: más de 300 bodegas subterráneas que vas a tener que descubrir.

La oferta enológica se completa con distintas actividades culturales que ponen en valor y homenajean este producto estrella. Durante  el año tienen lugar los tradicionales concursos de vinos caseros, concursos de escaparates y la conocida feria del vino Vintoro.

Es agradable perderse por las calles toresanas, no lo es menos degustar sus ricos embutidos, quesos, caldos o harinas, un sinfín de experiencias gastronómicas. Con platos tradicionales como el bacalao al ajo arriero, el arroz a la zamorana o las patatas a la importancia. Toro es una de esas ciudades imprescindibles, ideales para una escapada. Turismo de naturaleza, familiar, enológico y sobre todo cultural. Un destino para disfrutar.

Más información:
Turismo de Toro

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