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DESCUBRE ISLANDIA EN PRIMAVERA

Un viaje a la tierra del hielo y del fuego

Un fantástico e intenso recorrido por esta isla de naturaleza privilegiada con bellos y enormes contrastes.

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El día a día de los pescadores, el origen de sus leyendas milenarias o los secretos de la energía geotermal son el la esencia de la aventura en Islandia, una aventura que se complementa con el ambiente cosmopolita de Reykjavik, su capital, con sus tiendas, restaurantes y museos. Un país de grandes contrastes, intenso, bello, sorprendente. Un mundo de hielo y de fuego simplemente, inovidable.

Y Nuba, la agencia de viajes especializada en viajes a medida y en privado, nos propone conocer sus rincones con un recorrido muy especial para esta primavera. Cinco días intensos y únicos en Islandia para conocer su naturaleza apabullante. Un encuentro con su gente, con sus playas negras y sus míticos icebergs en la laguna del glaciar más extenso de Europa. Pero también a la magia del interior, donde la tierra vibra y uno se siente perdido en la inmensidad.

Con salida desde España rumbo a Keflavik, el aeropuerto de Reykiavik, donde recogeremos un coche de alquiler para trasladarnos a Reykiavik, para dormir en un hotel de 4 estrellas en régimen de alojamiento y desayuno. Un día para conocer la cosmopolita capital del país.

El segundo día iniciamos la ruta del Círculo Dorado, en el Parque Nacional de Thingvellir. El impresionante Geysir, el géiser más antiguo que se conoce y uno de los ejemplos más impresionantes de este fenómeno en todo el mundo y Gullfoss la impresionante catarata situada en el cañón del río Hvitá.

Dicen de los islandeses están hechos de glaciares, volcanes y sagas y de las epopeyas medievales de los primeros tiempos de la colonización. Estos tres elementos los encontraremos en el Parque Nacional de Thingvellir, patrimonio mundial de la UNESCO, a tan sólo 30 minutos de Reykjavik. Símbolo de la independencia del país, este enclave pertenece al denominado Círculo Dorado. Entre los desfiladeros de basalto de Thingvellir los primeros colonos fundaron, en el año 930, el Parlamento más antiguo de Europa.

El mirador da una idea de la singular geología de Islandia. Aquí emerge de las profundidades oceánicas la dorsal mesoatlántica, la falla que divide Europa de América y que es la responsable de la actividad volcánica de la isla. El área de Geysir y la zona de Hveravellir son una impresionante muestra de ello. Aunque el géiser que dio nombre a todos los del mundo dejó de expulsar agua en 1950, a su lado el Stokkur sigue activo y lanza vapor cada 6 minutos a 30 metros de altura. La cascada Gullfoss completa el Círculo Dorado con su espectacular salto en el río Hvitá, que cae en un grieta de 32 metros de profundidad. Nos alojaremos en un hotel en Rangá.

El tercer día vamos a explorar la Costa Sur, Seljalandsfoss, Skógarfoss y Vík. Islandia es una isla donde el agua cobra protagonismo. Ríos, glaciares, lluvia, mar, cascadas... Hoy descubriremos dos de las cascadas más famosas de Islandia. La cascada de Seljalandsfoss visible muchos kilómetros antes de llegar a su base. Una llanura se abre a los pies de la montaña por la que se precipita. Podemos pasar justo por detrás de la cascada para admirar, desde su interior, cómo el agua impacta contra el suelo desde 60 metros de altura.

Muy cerca de Seljalandsfoss aparece Skógafoss, para muchos, la catarata más bella de Islandia. Está junto al pueblo de Skógar y la cortina de agua que cae es tan brutal y continua que nadie ha podido explorarla por detrás. Y es una pena, porque nunca vamos a saber si la leyenda de que un jefe vikingo escondió allí un tesoro, es cierta. Esta cascada se puede contemplar tanto desde abajo como desde arriba subiendo por un sendero escalonado. Recuerda que para ir a ver las cascadas es muy recomendable llevar un buen impermeable.

En el pueblo de Skógar podemos ver también un curioso museo que expone la historia del sur de Islandia y en particular de las tradicionales casas con techos cubiertos de césped, para descubrir cómo vivían los islandeses en la antigüedad.

Y en Vík podemos pasear por la hermosa playa de arena negra de Reynisfjara, donde habita una colonia de frailecillos y desde donde se pueden admirar las Reynisdrangar, las tres grandes rocas de basalto que emergen del mar como enormes dedos. Los islandeses aseguran que estos monolitos de basalto son trols a los que la luz del día convirtió en piedra.

El cuarto día viajaremos al Parque Nacional Skaftafell y a la Laguna Del Glaciar Jökulsárlón. Aquí vamos a poder disfrutar de algunos de los paisajes más espectaculares de Islandia. 

La primera etapa será el Parque Nacional de Skaftafell, el segundo más grande del país con más de 1.700 kilómetros cuadrados. En este parque se encuentra la cascada Svartifoss o “cascada negra”, un salto de agua de 25 metros de altura rodeado por piedras de basalto negro colocadas en columnas. Impresionante, hay que andar cerca de una hora para llegar a ella.

A iremos a la laguna del Glaciar Jokulsarlon, el principal lago glaciar de la isla que recibe los enormes bloques de hielo que se desprenden constantemente del glaciar Vatnajökull, el más extenso de Europa, con un total de 8.100 kilómetros cuadrados. Lo mejor es que podemos navegar entre cientos de icebergs de color azul intenso que flotan rumbo al mar. Los barcos dan un paseo de 30 minutos con guía de habla inglesa. Si tenemos suerte, podremos avistar algunas focas nadando entre los icebergs.

El último día y de camino al aeropuerto disfrutaremos de uno de los spas naturales más espectaculares del planeta, las aguas termales de Blue Lagoon. Rodeado de paisajes volcánicos, es uno de los lagos geotermales más impresionantes que existen. Un destino perfecto para los amantes de los baños calientes en un entorno único y una experiencia casi religiosa en plena naturaleza, entre campos de lava y columnas de vapor. Y después de esta maravilla, traslado al Aeropuerto Internacional de Reykjavik para devolver el coche de alquiler y embarcar de nuevo rumbo a España.

Este viaje puede realizarse en cualquier época del año, pero la primavera tiene siempre un color especial. El hielo deja paso al verde que renace. Disfrútalo con Nuba

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