El secreto arqueológico mejor guardado de Irlanda

Hace más de 5000 años, antes de que Stonehenge fuera construido, y mucho antes de que los egipcios comenzarán a poner las primeras piedras de la gran pirámide de Giza, hubo alguien en la isla de Irlanda que edificó unas estructuras de piedra mucho más avanzadas de lo que los arqueólogos suponían en un principio. En un paisaje de gran belleza, verde y exuberante, se esconde una historia intrigante, la de Loughcrew, el mayor complejo de túmulos megalíticos de Irlanda, los monumentos más antiguos de la Humanidad.

Estructuras megalíticas a modo de cámaras funerarias divididas en dos grupos. Carnbane West, con unos 15 túmulos, incluyendo algunos techados con excelentes grabados simbólicos en buenas condiciones. Y Carnbane East, con tumbas de corredor también conocidas como Slieve na Calliagh, o Cerro de la bruja, situadas al sudeste cerca de Oldcastle, en el Condado de Meath. Hay más de 30 montículos y túmulos, en su mayoría en las dos colinas principales.  La historia cuenta que una bruja gigante cruzó la tierra aquí con enormes piedras pesadas en su delantal y que mientras caminaba, las piedras se cayeron y quedaron hundidas en la tierra, formando las formas que todavía vemos hoy.

El conjunto de tumbas de pasadizo del Condado de Meath, son las menos conocidas de Irlanda, diseminadas en un grupo de colinas en Loughcrew datan aproximadamente del 3.200 a. de C. Al ser más desconocidas, es más difícil llegar a este lugar, así que la aventura de descubrirlas y explorarlas es sencillamente emocionante.

En Loughcrew tienes la sensación de que alguien te está observando, y puede que estés en lo cierto. A unos 60 kilómetros, en la cima de Slieve Gullian, en el Condado de Armagh, el pasadizo de otra tumba apunta directamente de vuelta hacia Loughcrew. Cada uno de los túmulos de Slieve Gullian yacen a un lado del lago que hay en la cima. Y se dice que la tumba del sur está alineada con el solsticio de invierno al ponerse el sol. Cuando hace buen día, la vista se extiende hasta la bahía de Dublín.

Estas tumbas se cree que tienen propiedades mágicas y que están conectadas de alguna manera con el cielo. De hecho está demostrado que una de ellas tiene un pasaje por el que brilla el sol en su salida pero solo en el solsticio de verano. Y hay otra en lo que sucede lo mismo solo en el solsticio de invierno, mientras que en otros pasajes lo hacen en el equinoccio. Curioso cuando menos sí que es. Parece increíble que esta precisión astrológica fuera posible en aquella época.

Pero hay más misterios por resolver, porque estos túmulos y tumbas están dispuestos sobre el terreno a imagen y semejanza de las constelaciones, con símbolos tallados en las piedras que son diagramas del paso del sol o de las estrellas.

Loughcrew, se encuentra a cerca de una hora de la capital de Irlanda, Dublín, y contiene 32 montículos algunos casi imposibles de ver, cubiertos durante miles de años por el paso del tiempo Algunos son verdaderamente fascinantes como el Montículo T, uno de los más importantes debido a la forma en que sus líneas de paso se asocian con el sol durante el equinoccio dos veces al año. Puedes explorarlo por dentro trepando por una piedra para entrar y agacharte hasta llegar a su amplio espacio interior. En el borde del Montículo T las rocas forman lo que parece un banco o un trono pagano. Se llama el Asiento de la bruja y la leyenda dice que aquí es donde ella, la bruja, se sentó una vez.

Descubrir Loughcrew y sus monumentos megalíticos es toda una aventura que puedes emprender en Irlanda. Vamos, si te gustan las películas de Indiana Jones, lánzate sin dudarlo.

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Loughcrew