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América Norte

El Parque Nacional de los Everglades, el lado salvaje de Florida

En sus 6.000 kilómetros cuadrados viven cocodrilos y todo tipo de especies exóticas

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Florida, con su clima tropical y su ritmo a veces desenfrenado esconde dentro de sus límites territoriales muchas sorpresas, algunas creadas por la mano del hombre y otras naturales y anteriores a él. El Parque Nacional de los Everglades es una de las zonas más salvajes no solo del estado de Florida, sino también de la totalidad de los Estados Unidos. Tiene una extensión de 6.000 kilómetros cuadrados y una vez dentro del parque, en la mayoría de los puntos, la vista no alcanza a atisbar el final de esta zona de terrenos pantanosos que esconde en su interior una vegetación sorprendente y una fauna, como mínimo, escalofriante. Hablamos de cocodrilos, animales que campan a sus anchas por los pantanos de este territorio situado al sur de Florida. Sus aguas no tienen mucha profundidad, sin embargo en ellas se esconden estos animales, unos de los más temidos por el hombre. Los caimanes de los Everglades viven cómodos en este clima y el alto grado de humedad contribuye a que se haya convertido en un hogar de ensueño para ellos. El parque fue declarado Patrimonio de la Humanidad, Reserva de la Biosfera y también Humedal de Interés General al comprobarse la gran cantidad de animales exóticos que habitan en el lugar. Desde peces a aves o serpientes que resultan tremendamente fotogénicos para aquellos que decidan visitar el parque en una de las visitas guiadas que se organizan y no olviden llevar encima su cámara. Este lugar resulta una buena alternativa al turismo de playa tan extendido por esta zona, o el complemento perfecto a unas vacaciones tranquilas en las que se quiera disfrutar de la naturaleza. Las ciénagas se cubren de hierbas finas que se mecen con el viento y también con el paso de los animales que nadan en ellas. Un escenario digno de una película de terror, siniestro, donde se palpa la tensión en espera de un movimiento brusco. Hay varias compañías que realizan tours por el parque, siempre en aerodeslizador, y con los ojos bien abiertos para localizar el mayor número de cocodrilos y caimanes. También se pueden visitar las granjas de cocodrilos y degustar en estas mismas si se desea algún plato hecho a base de este animal. Aquellos que no tengan miedo, tan solo tienen que llevar en su mochila un spray contra los mosquitos, crema solar y una gorra o sombrero para protegerse del fuerte sol que hay en el parque. Y como dice la canción… “Hasta luego cocodrilo, no te pases de caimán”.

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