Europa
El parque barroco de Wilhelmshöhe
Cascadas, templos, templetes, castillos y palacios en el corazón de Alemania
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El parque barroco Wilhelmshöhe, al norte de Hesse, en la ciudad de Cassel fue diseñado al estilo de un jardín paisajista inglés y es realmente un parque excepcional. “Bergpark Wilhelmshöhe” destaca por la estatua de Hércules, que domina la ciudad y que se ha convertido en el símbolo de Cassel. Juegos de agua, fuentes, pequeños templos, restos de un pueblo chino y el Palacio Wilhelmshöhe, son solo algunas de las atracciones de este majestuoso parque. El parque Wilhelmshöhe es un lugar repleto de joyas naturales y arquitectónicas, de época y con algunas curiosidades que lo hacen único. Actualmente con sus 240 hectáreas es el parque en una ladera más grande de Europa y forma junto al castillo Wilhelmshöhe un conjunto excepcional que aúna cultura, naturaleza y el arte de la jardinería. Sobre las escarpadas laderas del Habichtswald y a 527 metros de altura, encontramos un magnífico Palacio Octogonal dominando el valle sobre el que se extiene una impresionante cascada con grutas y plataformas, que desemboca en un gran estanque, el de Neptuno. En el año 1785 Guillermo I transformó el parque añadiendo cascadas, terraplenes y puentes que se integraron en el paisaje de forma asombrosa, todo en armonia, con un toque silvestre y romántico. Los jardines del Palacio Wilhelmshöhe, son un conjunto que forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Cassel, es la tercera ciudad, en cuanto a importancia, de la región del Hesse. A orillas del río Fulda es una ciudad moderna famosa por la exposición de arte contemporáneo que se celebra cada cinco años, en verano, y en la que se implica toda la ciudad. El monumento principal de Kassel es la estatua de Hércules situada en la cumbre de la colina, la impresionante estatua de cobre pretendía simbolizar las virtudes de un soberano justo y sabio. Las vistas de Cassel desde este punto del parque son espectaculares. A sus pies, a unos 70 metros de altura, brotan más de 750.000 litros de agua que recorren 12 kilómetros de galerías, hasta la gran fuente en el estanque del castillo donde el agua sale disparada a una altura de 52 metros debido a la presión. Un precioso espectáculo sobretodo cuando se ilumina al caer la noche. El Bergpark Wilhelmshöhe se comenzó a construir en 1696 gracias al landgrave Karl von Hessen-Kassel, para reforzar la posición de los príncipes de Kassel en relación a otras casas gobernantes en la era del Absolutismo. Entre las numerosas atracciones hay escenificaciones acuáticas únicas en Europa, el Palacio Wilhelmshöhe, con sus famosas colecciones de arte, el castillo Löwenburg, construido como ruina artificial y la estatua de Hércules, emblema de la ciudad de Kassel. Cascadas y curiosos templos en un parque de estilo barroco transformado en el Siglo XVIII en un jardínde estilo inglés. Un espacio natural que sorprende en el corazón de la Alemania. Pasear por Wilhelmshöhe es descubrir pabellones, grutas artificiales y falsas ruinas. Un caprichoso jardín y un sorprendente diseño arquitectónico que ha perdurado en el tiempo a pesar de los convulsos avatares de la historia del país.
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