ROMA
Palacio de Castel Gandolfo, el “Vaticano Dos” en el que el Papa León XIV disfruta de sus vacaciones
Viajamos a unos cuantos kilómetros de Roma, a Castel Gandolfo, para conocer el origen del palacio en el que se hospeda el Papa León XIV durante sus vacaciones.

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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Italia, concretamente hasta una zona situada a unos 20 kilómetros al sur de la ciudad de Roma. Allí se encuentra el imponente Palacio de Castel Gandolfo, un histórico edificio que pertenece a la Iglesia Católica y que es utilizado por el Papa como residencia veraniega.
Debemos tener en cuenta que la extraterritorialidad de las villas pontificias, como es el caso de Castel Gandolfo, suelen ser frecuentadas por los Papas durante las vacaciones desde la época de Urbano VIII. Ésta, en concreto, fue reconocida en 1929 a través de los Pactos de Letrán. Este palacio forma parte de las villas pontificias, que cuenta con una superficie aproximada de 55 hectáreas.
El Palacio de Castel Gandolfo, a través de su historia
En julio de 1596, este lugar fue comprado por la Cámara Apostólica y posteriormente, en mayo de 1604, fue incorporado como patrimonio inalienable de la Santa Sede. A lo largo de su historia, la zona de Castel Gandolfo fue escogida por muchos Papas para disfrutar de sus vacaciones. El origen de este palacio nos hace viajar a 1623. Poco después de que Urbano VIII fuese elegido pontífice, ordenó la construcción de un edificio en la parcela de la villa romana del emperador Domiciano.
Este proyecto fue encargado a Carlo Maderno, junto con la ayuda de Domenico Castelli y Bartolomeo Breccioli. A pesar de que el Papa Urbano VIII fue el promotor de este palacio, lo cierto es que jamás llegó a residir en él, puesto que prefirió hacerlo en Villa Barberini, que era de su sobrino Taddeo Barberini. De hecho, el primer Papa que pasó sus vacaciones allí fue Alejandro VII y fue durante su etapa cuando se completaron tanto la fachada principal del palacio como el ala occidental.

Hay que mencionar que la villa de Castel Gandolfo estuvo abandonada durante aproximadamente un siglo. No fue hasta el siglo XVIII cuando el Papa Benedicto XIV comenzó a frecuentarla y la remodeló, añadiendo algunas modificaciones y decoraciones que se habían hecho con anterioridad. Algo similar hizo Clemente XIV puesto que, en 1773, decidió comprar Villa Cybo, limítrofe a ese territorio pontífice. De esta manera, tuvo la oportunidad de ampliar considerablemente el jardín original de Urbano VIII.
Tras haber sido ocupada y gravemente dañada por las tropas napoleónicas, este Palacio de Castel Gandolfo fue restaurado tanto por Pío VII como por Pío VIII. Pasaron los años y en 1929, como consecuencia de la creación del Estado de Ciudad del Vaticano, las villas papales de Castel Gandolfo fueron declaradas dominio extraterritorial pontificio, y con Pío XI este Palacio volvió a ser residencia veraniega de los pontífices.
En esta construcción, a la que el Papa Juan Pablo II llegó a denominar “El Vaticano Dos”, se produjo la muerte de dos pontífices, Pío XII y Pablo VI. Cabe destacar que en octubre de 2016, el Papa Francisco decidió que este Palacio dejara de ser una residencia papal veraniega y se convirtiera en museo. A pesar de todo, tras su muerte y el inicio de la etapa de León XIV, este edificio ha vuelto a ser utilizado como residencia de verano.
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