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NATURALEZA, AGUAS TERMALES Y TRADICIÓN TAMBIÉN EN VERANO

La región más legendaria de Japón

Con tres Parques Nacionales, está región es ideal para disfrutar de las actividades al aire libre durante todo el año. Hay mucho que descubrir también durante los meses de verano.

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Formada por seis prefecturas: Akita, Aomori, Fukushima, Iwate, Miyagi y Yamagata, la región de Tohoku ofrece rincones únicos, exuberante naturaleza, cultura y tradición, y por supuesto una deliciosa gastronomía.

Al noreste de la isla principal de Honshu, uno se da de bruces con un terreno montañoso de bellos paisajes que enamoran. Pero también con algunos tesoros de la historia de Japón, que conservan el encanto rural de épocas pasadas, fabulosos centros de aguas termales y deporte, mucho deporte, porque esta es una región en la que hay numerosas opciones en cuanto a a actividades al aire libre, especialmente durante el invierno.

Templo Yamadera
Templo Yamadera | ©JNTO

Hoy viajamos hasta allí para conocer por ejemplo la calma de la belleza de Yamagata. El Monte Hoju-san, al noreste de Yamagata, está ocupado en su totalidad por el templo budista Yamadera, conocido como Risshaku-ji. Uno de los templos más importantes de la región de Tohoku y uno de los más antiguos, ya que fue fundado en el año 860. Centro de referencia de la escuela Tendai este templo fue fuente de inspiración del famoso poeta del siglo XIX Matsuo Basho, quien tras visitarlo compuso un haiku sobre la belleza de la calma. No te puedes perder la espectacularidad del paisaje y otro de los mayores atractivos de la prefectura de Yamagata, la estación de esquí de Zao Onsen, famosa por sus “monstruos de nieve”.

En Fukushima acércate al castillo samurái. La ciudad de Aizu-wakamatsu y el Castillo Tsuruga son símbolos de estos guerreros samurái. La fortaleza, hoy museo, y las calles tradicionales y antiguas casas samurái te permitirán conocer el modo de vida de esta élite militar. La ciudad es también uno de los principales productores de sake del país, una bebida que se elabora con agua de nieve derretida de las montañas. Puedes llegar a Aizu-Wakamatsu desde las principales ciudades de Japón.

Hachimantai-Onuma
Hachimantai-Onuma | ©JNTO

La costa de Sanriku, desde Miyagi hasta Aomori, es otro de los secretos mejor guardados de esta región. Te esperan 200 kilómetros frente al Pacífico, una formación rocosa que pasa por las prefecturas de Aomori, Iwate y Miyagi. Aquí vas a descubrir una impresionante belleza natural como los acantilados de Kitayamazaki y las aguas paradisíacas de Jodogahama. Y entre las prefecturas de Iwate y Akita los paisajes de la meseta de Hachimantai, que pertenece al Parque Natural de Towada-Hachimantai, uno de los tres Parques Nacionales que se encuentran en la prefectura de Tohoku. Una zona de volcanes de diferentes formas y tipos en la que puedes disfrutar de estanques de lodo hirviendo o chimeneas de vapor. Simplemente impresionante. Además aquí no dejes de visitar alguno de los relajantes baños termales en un onsen, es una de las mejores experiencias, y una de las más genuinas.

Playa Jodogahama
Playa Jodogahama | ©JNTO

La bahía de Matsushima, en la prefectura de Miyagi, está considerada como uno de los tres lugares más pintorescos de Japón, por sus 260 islas pequeñas cubiertas de pinos que se dispersan por toda la ensenada. En esta prefectura se encuentra también Sendai, la ciudad más poblada de Tohoku, conocida como la "ciudad de los árboles" por la vegetación que rodea su calle principal. Curiosa cunado menos se encuentra a menos de dos horas en el tren bala desde Tokio.

Y otro de los lugares destacados es el lago en el cráter del Monte Zao. Un monte que está considerado como una de las grandes joyas de la naturaleza nipona y una de las montañas más bellas. Una cadena volcánica que combina una exuberante vegetación y magníficos paisajes, sin olvidarnos de los famosos onsen o manantiales de aguas termales. Entre sus muchos tesoros el lago del cráter Okama, de 27 metros de profundidad y 1.000 metros de circunferencia.

Castillo Hirosaki
Castillo Hirosaki | ©JNTO

Por otro lado, Hirosaki, es una ciudad de visita obligada en Aomori. Imprescindible su castillo y el entorno que lo rodea. En primavera se convierte ideal para contemplar los cerezos en flor, y en otoño por la coloración de las hojas. Pero es ahora en verano, cuando se puede visitar mejor la región y conocer las residencias más tradicionales como las casas de los samuráis, o los templos de Kongozan Saisho-in y el de Kakushu.

Y por último podemos hacer una parada en la pequeña Kioto de Tohoku, la ciudad de Kakunodate, en la prefectura de Akita. Fundada en 1620, esta pequeña localidad amurallada es perfecta para recorrer en bicicleta. Se conservan aquí numerosas residencias de samuráis de más de 350 años de antigüedad.

Otros atractivos de la naturaleza de esta prefectura son la cordillera de Shirakami en la que se encuentra el bosque de haya más grande del mundo, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad, y el Lago Tazawa, el más profundo de Japón con sus 423,4 metros, un lago de caldera que rodea a un gran cráter. Misterioso como pocos.

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