UN DESTINO ÚNICO EN EL CARIBE
Dominica, la 'isla de la Naturaleza'
Naturaleza, aguas termales, playas, ríos, cascadas y un entorno excepcional. Dominica se ha convertido en uno de los destinos predilectos de los que prefieren espacios vírgenes, una flora y faunas únicos y, sobre todo, muchas aventuras.
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Dominica se encuentra en el archipiélago del Caribe Oriental, a poca distancia de Martinica y de Guadalupe. Conocida como 'la isla de la Naturaleza', en ella encontrarás selvas tropicales con más de 1.200 especies de plantas, ríos, lagos, arroyos y cascadas, y también una extensa actividad geotérmica, fuentes termales, incluso bajo el agua. El Parque Nacional Morne Trois Pitons, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, fue el primer patrimonio mundial de esta parte del Caribe.
La capital, Roseau, conserva a pesar de los incendios y los numerosos huracanes que han azotado la isla, una de las colecciones mejor conservadas arquitectura criolla del siglo XVIII del Caribe. Con numerosos edificios de interés también alrededor de la isla. Estructuras religiosas, civiles y militares, así como antiguas haciendas de plantaciones y molinos.
No dejes de visitar las viviendas de los indios kalinago, indígenas que viven en estructuras tipo cabañas construidas con hojas de palma, cañas y otros materiales locales. Su territorio nos ayuda a conectar con las raíces ancestrales a través de sus artesanías, la construcción de canoas y sus actividades culinarias tradicionales.
El Parque Nacional Cabrits es un área protegida de bosques tropicales, arrecifes de coral y humedales en el extremo norte de la isla, más allá de la ciudad de Portsmouth. Un lugar idílico para disfrutar de la naturaleza andando, en bicicleta o nadando y buceando. Pero también, si te gusta la aventura, vas a encontrar un auténtico paraíso. Rocas y agua para los amantes del barranquismo en un entorno natural que se convierte en un singular parque acuático de aventura. Escalar cascadas, nadar a través de las piscinas azules, caminar a través de lechos de los ríos, o saltar por encima de cascadas de aguas cristalinas, son solo algunas de las experiencias más auténticas en la isla. Y cerca de la capital cañones impresionantes y descenso por barrancos
En el Parque Nacional Morne Trois Piton, Emerald Pot es una gruta maravillosa con una cascada que merece la pena descubrir. Una caminata fácil de 30 minutos nos llevará a través de un bosque de árboles magníficos y entre una exuberante vegetación hasta una piscina brillante, de color verde esmeralda, sobre la que cae una cascada de unos 15 metros de altura, Y en el camino de vuelta hay dos miradores desde los que se pueden ver la costa del Atlántico y la montaña de Morne Laurent.
También en este parque nacional se encuentra una atracción natural excepcional, Boiling Lake o el lago en ebullición, una fumarola en un lago de agua burbujeante de color azul grisáceo generalmente envuelto en una nube de vapor. El lago tiene aproximadamente 63 metros de ancho. Si quieres verlo, lo mejor es contratar un guía que conozca bien el camino. Tardaremos unas tres horas de ida y otras tres horas de vuelta y hay que llevar calzado y ropa adecuada, y se necesita estar en buena forma física.
Si prefieres actividades en el mar, no dejes de acercarte hasta el arrecife de Champagne. Es uno de los sitios de buceo más espectaculares de la isla. Profundo y donde la temperatura del agua es cálida gracias al burbujeo constante de los gases que emanan del interior de la tierra. Una experiencia única ya que es como estar en una bañera de hidromasaje en el medio del océano.
En la Playa Rosalie, entre marzo y octubre, es posible ver uno de los rituales más fascinantes del reino animal. Y es que las tortugas marina salen para excavar sus nidos y poner sus huevos. Poder ver este espectáculo es todo un privilegio
Naturaleza, aguas termales, aventura, playas y un entorno excepcional. Si buscas un destino diferente para este invierno, ahora es el momento. Es tiempo de islas exóticas.
Más información:
Turismo de Dominica
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