Europa
Descubre la Isla de Ré en La Rochelle
Un paraíso en el atlántico francés
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Al norte de Burdeos, cruzando un puente sobre el atlántico, enfrente de La Rochelle, en Francia, vas a descubrir un nuevo mundo. Una de las islas más románticas en el país vecino, un lugar mágico, bello y tranquilo, para disfrutar, sobretodo, en familia. Es la isla de Ré. Un remanso de paz frente al continente europeo, para huir de las aglomeraciones de las grandes ciudades. La aventura comienza en Saint-Martin-de-Ré y sus increíbles fortificaciones diseñadas por Vauban, un famoso Mariscal de Francia, ingeniero militar, que en tiempos de Luis XIV, alcanzó la fama por su habilidad tanto en el diseño de fortificaciones como en su conquista. Y el casco antiguo, precioso y que gira alrededor del puerto. Un destino maravilloso y auténtico, para unas vacaciones inolvidables. ¿Y qué vamos a encontrar en Ré?, el encanto de sus callejuelas, sus bares y terrazas, sus restaurantes y hotelitos de lujo. La capital de la isla es un lugar que invita al paseo. Naturaleza en estado puro, cuidada y virgen, preciosas playas de arena fina y pueblos con encanto. Ingredientes únicos para unas vacaciones muy familiares. Actividades para ti y tus pequeños, como los más de 100 kilómetros de senderos señalizados para montar en bici entre bosques de pinos, campos de flores, pequeños pueblecitos de casas blancas con persianas de colores y pequeños puertos de pescadores, para pasear y recorrer, con sus vistosos mercados. La Isla es muy pequeñita, tan solo tiene 30 kiómetros de largo y 5 de ancho. En una punta de la isla se encuentra el Faro de las Ballenas, con sus 57 metros de alto. Después de subir 257 peldaños, tendrás unas vistas impresionantes sobre esta parte del litoral. El faro es uno de los más altos de Francia y el monumento más visitado de Ré. Muy cerca del faro la larga playa de la Conche bordeada de dunas con vegetación. Al sur la playa de Bois con largas dunas de arena fina, el entorno es especialmente bonito en primavera ya que el color inunda cada rincón. El color del mar y el de las flores hacen de este paisaje uno de los más hermosos de la isla de Ré. Las playas de la isla son un lugar para disfrutar con los más pequeños. Las Salinas y su Ecomuseo, son otro de los puntos de interés. Situadas principalmente al norte, ocupan una superficie de 450 hectáreas, con una tradición de varios siglos. Los salineros siguen recogiendo cada dos días 40 kilos de sal y un kilo de la llamada flor de sal, una sal Gourmet, tesoro de esta isla junto con las ostras, otro de sus productos estrella. Entre la tierra y mar, la Isla de Ré ofrece a los ostricultores un lugar excepcional. Hay una granja de ostras que se puede visitar para conocer la cría de los moluscos al ritmo de las mareas. La Huitriere de Ré ofrece visitas guiadas para conocer más sobre las ostras y la historia de la isla. Pueblecitos encantadores para disfrutar paseando como Ars en Ré, con sus calles estrechas y laberínticas, tanto que algunas esquinas están redondeadas para poder girar, y su bicolor campanario que está en la lista de los pueblos más bonitos de Francia. O la Flotte-en-Ré, uno de los pueblos más antiguos de la isla situado al este con un precioso puerto, casas blancas, puertas azules y macetas de geranios de colores. Y una curiosidad son los burros de Ré. Burros con pantalones, todo un símbolo de la isla y que se venden como souvenirs convertidos en figuritas. La raza del burro del Poitou está en peligro de extinción, solo quedan 300 ejemplares en el mundo, de los cuales 19 viven en la isla. Lo de los burros con pantalones tiene su historia. En 1860, para evitar que los burros enfermaran a causa de las picaduras de los insectos, un habitante de la isla fabricó protecciones para las patas de delante y de detrás con telas de colchón a rayas. Y aunque ya no trabajan en las salinas, la imagen ha quedado para la historia. La Isla de Ré es un auténtico paraíso, ideal para viajar en famila. Paseos, playa y visitas culturales en uno de los rincones más bellos de Francia. La conocida como isla blanca no te dejará indiferente. Y si te animas, no muy lejos está el Parque Temático de Futuroscope.
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