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América Norte

¿Cómo es el hotel de Robert de Niro?

En el vanguardista y cool barrio de TriBeCa, en Nueva York

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Desde el sur de Canal Street hasta Park Place y desde Broadway hasta el lado este del río Hudson. Es el lugar que ocupa TriBeCa, el barrio más cool de Nueva York, donde se filman cientos de películas, donde se concentran los restaurantes de moda y se celebran los festivales imprescindibles de la ciudad. Robert de Niro es una de las celebridades que más ha contribuido al resurgimiento de la zona, en el año 2002 fundó el TriBeCa Film Festival y ha abierto en el número 375 de Greenwich Street sus estudios de cine, los TriBeCa Film Centre. Pero la pasión de Robert de Niro por este barrio va mucho más allá, su encantador estilo vanguardista le cautivó de tal manera que cuando decidió abrir un hotel, no podía hacerlo en otro lugar de Nueva York que no fuera el mismísimo centro de TriBeCa. Y, en 2008, inauguró The Greenwich Hotel, un alojamiento tan apasionante como su propia trayectoria. Su ecléctico interior es tan inspirador que en él podrían rodarse decenas de películas, tantas como cada una de las acogedoras estancias que reserva para sus huéspedes. Toro Salvaje, El Padrino II, Taxi Driver, Los intocables de Elliot Ness… Un actor que tiene dos Óscar en su casa por lo general suele tener un buen gusto a la hora de elegir los proyectos en los que se embarca. The Greenwich Hotel tiene 88 habitaciones y suites, todas diferentes pero con un punto en común: una decoración vintage basada en los tonos cálidos y en los muebles singulares. Cada habitación es como un pequeño rincón de hogar y algunas de ellas tienen el privilegio de contar con unas magníficas vistas al río Hudson. El edificio que alberga este hotel hace esquina y su fachada pasa desapercibida entre ladrillos y ventanales, pareciendo una más de las que consiguen convertir las calles de TriBeCa en un lugar único. Para su decoración, lejos de elegir un estilo concreto, se han seleccionado piezas muy características como alfombras tibetanas, colchones suizos, azulejos marroquíes y textiles de lana inglesa. Cuenta con una increíble piscina interior, encuadrada por un magnífico techo decorado con vigas de roble y un impoluto suelo de mármol de Carrara traído directamente desde Italia. A su lado el Shibui Spa, con detalles en bambú, es el lugar idóneo para dejar la mente en blanco y preocuparse únicamente de relajarse. En él se pueden recibir tratamientos naturales a base de plantas, clases de yoga o masajes. Las salas comunes dejan al descubierto una clara inspiración marroquí, al igual que los baños, azulejados con cenefas de inspiración árabe. Cómodos sofás en la recepciones, chimeneas repartidas por todas sus plantas y un exquisito gusto en la combinación de tonos, de la que se ha encargado la firma Grayling Design, todo un referente en decoración en Nueva York. Si los huéspedes quieren disfrutar de la mejor cocina italiana sin salir del hotel, el restaurante Locanda Verde ofrece numerosas propuestas apetecibles y un entorno de lo más singular. Entre mesas de madera, estanterías con libros y botellas de vino y ventanales por los que entra el sol y el bullicio típico de Manhattan, este agradable restaurante es perfecto para cenas o comidas informales. The Greenwich Hotel es un alojamiento excepcional para pasar unos días en la Gran Manzana, por su ubicación, su decoración, el trato de su personal y porque, ¿a quién no le gusta alojarse en el hotel de Robert de Niro?.

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