Eco-resort en Nevada
La aventura de dormir en un tipi rodeado de caballos Mustang salvajes
El eco-resort Mustang Monument permite acercarse a la cultura india y al mundo de los caballos más míticos de Norteamérica.
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Las montañas del centro de Nevada son territorios inhóspitos donde aún hoy no abundan los núcleos urbanos. A pesar de no ser tan áridas como el desierto, más al sur, sus praderas carecen de grandes bosques, con la excepción del Parque Nacional de Humboldt-Toiyabe. Sin embargo, durante siglos aquí convivieron tribus indias, las mismas que lograban domar a los salvajes y majestuosos caballos Mustang.
Hoy es posible revivir la experiencia gracias a un Eco-Resort único en el mundo: el Mustang Monument. Rodeado de montañas, una finca de 10.000 hectáreas es el hogar de más de 650 caballos salvajes, descendientes de los mismos que ayudaron a los pioneros en la conquista del Oeste. Se trata de una reserva privada, la creada por la filántropa y naturalista Madeleine Pickens, creadora de la organización 'Salvemos al Mustang de América', propietaria de las tierras.
Y el reposo no podía ser más atractivo. No solo porque los caballos se encuentren en libertad a nuestro alrededor, sino porque las habitaciones aquí han sido sustituidas por clásicos tipis indios. Una especie de 'glamping' con un toque navajo, sioux o apache. Hay en total 20 de estas tiendas, cuyo interior no podía ser más atractivo.
Cada una de ellas cuenta con una cama King Size, vestida con sábanas de lino de primera calidad y suelos de madera. Hay que sumar alfombras y tapices tejidos a mano por comunidades de indios americanos, así como baños de lujo y un servicio de mayordomo que está operativo durante las 24 horas del día. La decoración juega con la historia, bien con la de la conquista del Oeste como con la expansión industrial.
La cocina también está a la altura de un resort de lujo. Que estemos en el medio del Estado de Nevada y el supermercado más próximo se encuentre a bastantes kilómetros no es problema para que el establecimiento sirva platos de autor, en mesas que se colocan bajo las estrellas, como auténticos vaqueros.
Obviamente, es el mundo equino el que más interesa a los huéspedes, de ahí que se hagan diferentes excursiones, talleres y rutas con los Mustang como protagonistas. Así, es posible participar de safaris fotográficos, jornadas especiales de observación, lecciones para aprender a domarlos... Y también guiños a la cultura india con clases, por ejemplo, de tiro con arco, elaboración de calzado tradicional o de creación de alfombras. Se encargan de ello especialistas entre los se encuentra Clay Nannini, es el manager del rancho y, además, un antiguo campeón de rodeo, por lo que siempre nos puede dar uno o dos consejos si nos vamos alguna noche a un salón con toro mecánico. Además, viajes en antiguas diligencias por el rancho, o en mucho más modernos vehículos 4x4.
Es posible un resort sin spa? No, y mucho menos va a ser el Mustang Monument una excepción. Uno de los tipis acoge un mini-spa donde recibir algunos tratamientos cosméticos, una manicura o pedicura... Eso sí, no hay balneario ni circuito termal. Tampoco es necesario cuando uno puede meditar o pasear por una de las zonas de aire más puro del planeta, sin contaminación lumínica y con la hermosura de los caballos a tiro de piedra.
Con 90 metros cuadrados de superficie media, los tipis pueden reservarse a partir de 1.050 dólares por noche. Además, los visitantes tienen derecho a disfrutar de todo tipo de servicios y de las dependencias comunes del resort, que sí se encuentran en edificios y no en tiendas, aunque estos, como todo allí, siguen fieles a la estética del Viejo Oeste.
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