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EMISIONES DE CARBONO

La Tierra solo puede almacenar 1.460 gigatoneladas de carbono en formaciones geológicas

Esta capacidad máxima se agotaría hacia el año 2200 con los escenarios actuales de mitigación climática, según un nuevo estudio publicado esta semana en Nature.

Deforestación

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La capacidad práctica del planeta para almacenar emisiones de dióxido de carbono (CO2) en formaciones rocosas está limitada a 1.460 gigatoneladas, según revela unnuevo estudio publicado en la revista Nature. Esta cifra representa un límite superior que probablemente se alcanzaría hacia el año 2200 bajo los escenarios actuales de mitigación del calentamiento global, lo que indica que las naciones deberían reconsiderar el papel del almacenamiento de carbono en sus planes de reducción de emisiones.

Para cumplir el objetivo de emisiones netas cero de carbono, las fuentes de dióxido de carbono deben equilibrarse con su eliminación mediante sumideros naturales o tecnológicos. Por ejemplo, los bosques son un sumidero natural de CO2, pero su capacidad está siendo mermada por la deforestación o, como ha sucedido este verano, por los incendios.

Una de las estrategias propuestas es el almacenamiento geológico de carbono, que consiste en capturar las emisiones y depositarlas en formaciones geológicas durante siglos o milenios utilizando tecnologías de captura y almacenamiento.

Aunque propuestas anteriores han sugerido que la cantidad de carbono que puede almacenarse es prácticamente ilimitada, esta investigación aporta por primera vez una estimación realista de los límites superiores de esta capacidad planetaria.

Límites claramente delineados

Matthew Gidden, del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados de Austria, Joeri Rogelj, del Imperial College de Londres, y sus colaboradores cuantificaron la capacidad de almacenamiento geológico de carbono que la Tierra puede soportar de manera práctica. Para ello, analizaron formaciones geológicas estables teniendo en cuenta factores de riesgo como ubicaciones ambientalmente sensibles, distancia a centros de población y falta de apoyo gubernamental.

Felipe Bravo, catedrático de Planificación Forestal en el Instituto Universitario de Gestión Forestal Sostenible de la Universidad de Valladolid, destaca en declaraciones al Science Media Center (SMC) España que los autores "describen de forma clara las implicaciones de esta tecnología, incluyendo los posibles efectos ambientales, y utilizan una metodología bien definida para delinear claramente los límites del almacenamiento geológico de CO2".

Los investigadores calculan que esta estimación más prudente del potencial planetario de almacenamiento geológico de dióxido de carbono se sitúa en 1.460 gigatoneladas, una cantidad que podría agotarse hacia 2200. Respetando este límite de almacenamiento, los autores informan que el almacenamiento geológico de carbono puede revertir como máximo 0,7°C del calentamiento global futuro.

Sin embargo, el experto español advierte de que el estudio no contempla todos los costes energéticos asociados: "Los autores no añaden los costes en emisiones asociados a la transformación del CO2 en un estado fácilmente transportable hasta los depósitos, lo que reduce en un 30-50% el potencial de secuestro de esta técnica". Según Bravo, "de haber tenido en cuenta estos valores se habría puesto de manifiesto, aún más, el limitado valor del almacenamiento geológico de CO2".

Aproximadamente el 70% de esta capacidad de almacenamiento se encuentra en tierra firme, y los países con mayor potencial de almacenamiento incluyen Rusia, Estados Unidos, China, Brasil y Australia, que son principalmente grandes extractores de combustibles fósiles.

Tecnología difícil de escalar

Los autores señalan que una limitación clave de este análisis es que no tiene en cuenta los obstáculos para escalar la tecnología de captura y almacenamiento de carbono ni considera otras tecnologías que podrían desarrollarse en el futuro. Por tanto, recomiendan que los responsables políticos incluyan estimaciones explícitas de cuánto almacenamiento de carbono se necesita, al tiempo que planifican estrategias para mitigar las emisiones de carbono.

En este sentido, Bravo advierte sobre el riesgo de considerar el almacenamiento geológico como una panacea: "El desarrollo e implementación de tecnologías como el almacenamiento geológico de CO2 pretende resolver un problema complejo con una solución 'mágica' que nos evita confrontar la necesidad de una reducción global de las emisiones de CO2 y el uso intensivo de soluciones adaptadas a cada contexto local".

Para el catedrático, este trabajo "pone de manifiesto los límites del secuestro de CO2 basado en almacenamiento geológico que implicaría de aplicarse soluciones de ingeniería a gran escala, lo que llevaría aparejadas emisiones, tanto en la captura como en el transporte del CO2 hasta los depósitos". Como alternativa, considera más adecuado "promover la implementación de un conjunto diverso de soluciones basadas en la naturaleza para reducir globalmente las emisiones de CO2".

Este estudio proporciona datos cruciales para que los gobiernos y organismos internacionales puedan diseñar políticas climáticas más realistas y eficaces, estableciendo expectativas más ajustadas sobre el papel que puede desempeñar el almacenamiento geológico de carbono en la lucha contra el cambio climático.

Referencia:

Gidden, M. et al. "A prudent planetary limit for geologic carbon storage". Nature, 2025.

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