Lumia 630: la gama baja (todavía) es de Nokia

Antes de ser adquirida por Microsoft, Nokia consiguió hacerle un hueco en el mercado de la telefonía a Windows Phone, que no era una tarea precisamente sencilla. Y lo logró de la forma más simple: con móviles de calidad. Además, se fijó en un segmento que los otros fabricantes ignoraban, la gama baja. Los Lumia 1020, 1320 o 1520 se llevaban los titulares; los 520, a los usuarios.

En algún momento alguien tiró de calculadora y se dio cuenta de que no hay mucha diferencia entre vender 10 dispositivos a 100 euros que uno por 1.000 dólares. Incluso tiene sus ventajas. Varias compañías vieron rápidamente este filón y se marcharon a la Arizona que es la gama baja en esta fiebre del oro. Motorola, con sus Moto G y Moto E, fue de las más exitosas.

Esto hizo que Nokia se encontrase con la necesidad de innovar e ir a más. Lo que ofrecía, un buen rendimiento y un diseño cuidado, comenzaba a no ser suficiente, porque ya no era algo único. Y aquí es donde entra el Lumia 630.

El teléfono sigue esta premisa, sin olvidar que pasar de los 150 euros es salir de la gama baja, pese a quien pese. Esta limitación hace que haya que recortar allí donde sea posible e invertir el escaso presupuesto en los mejores materiales posibles. Como los equipos que suben a Primera División, tiene que encontrar el equilibrio entre cantera y fichajes para lograr la permanencia y, quién sabe, hasta soñar con Champions sin que la plantilla se ponga en huelga a mitad de temporada. No es fácil.

Tal vez por esto la principal pega que se le puede poner al Lumia 630 es que Nokia ha pecado de continuista. No es que sea algo malo, porque peor es cargarse una fórmula que funciona, pero un poquito de picante en forma de sorpresas te puede salvar el restaurante antes de que llegue Chicote Nadella.

El Lumia 630 entra por los ojos. Actualmente pocos terminales tienen un diseño más elegante y cuidado. Habrá quien lo encuentre aburrido por su escasez de adornos, pero una pegatina de un dragón no convierte un Seat Ibiza del 94 en un deportivo. Nokia ha conseguido un aspecto característico al renunciar a todo lo superfluo. Y quien quiera personalización, siempre puede cambiar las carcasas, como en el mítico como el mítico 3310.

Por dentro encontramos el gran fichaje del que hablábamos antes: un procesador Snapdragon 400 de cuatro núcleos a 1,2 GHz. Eso sí, fichar a Cristiano Ronaldo para la banda izquierda ha dejado descompensada la derecha, que se tiene que conformar con 512 MB de RAM; un veterano que cumple, pero poco más. Completan el centro del campo sus 8 GB de almacenamiento (en el banquillo, los 15 GB gratuitos en la nube de Microsoft, OneDrive) y una batería de 1.830 mAh (que aguantará el partido, pero que pedirá el cambio si se va a la prórroga).

Los puntos débiles son la cámara y la pantalla; cumplen y poco más. Los 5 megapíxeles de la cámara duelen especialmente porque Nokia ha cuidado mucho este aspecto en otros teléfonos de la gama Lumia, pero es cierto que en la gama baja es lo más común. Lo que es más difícil de perdonar es la ausencia de flash y de cámara frontal. Ni selfies (ojo, esto es una ventaja para tus contactos de Facebook), ni fotos nocturnas (si eres de los que etiquetan a traición, también lo es).

De la táctica se encarga Windows Phone, un sistema operativo que plantea un corazón completamente distinto al de sus rivales. Ni posesión, ni contraataque, sino todo lo contrario. Con la versión 8.1 ha traído lo que le faltaba (centro de notificaciones y mayor personalización de la pantalla de inicio), así que cuidado, porque enamora. Además, el argumento de que no hay aplicaciones cada vez está más obsoleto. No podrás jugar a lo que juegan tus amigos hasta pasados unos meses, pero, por lo demás, estás cubierto: redes sociales, mensajería, fotografía... Tienes de todo.

En definitiva, Nokia todavía tiene uno de los mejores dispositivos de gama baja con este Lumia 630 ¿Es el mejor? Depende de los gustos de cada uno, pero más por el sistema operativo que por el hardware. En Windows Phone no tiene rival, tanto de forma literal como metafórica. En Android, pocos.