La UE acorrala a Google: ahora cuestiona su sistema de publicidad

Google no gana para disgustos en Europa: o la Unión Europea le ha cogido manía, o el gigante tecnológico se ha pasado de rosca... o quién sabe si quizá hay un poco de ambas cosas.

Porque si hace poco la compañía ya era acusada de perjudicar a su competencia en su buscador y en todo lo que tuviese que ver con Android, parece que la lista de acusaciones por parte de la Unión Europea no ha parado, al menos por ahora.

Las noticias llegan por parte de la comisaria de Competencia de la Unión Europea, Margrethe Vestager, que hace pocos días aseguraba a Bloomberg que el organismo se encuentra ahora mismo abriendo una investigación para esclarecer si el sistema de publicidad de Google en su buscador podría estar incumpliendo de algún modo las normativas europeas en materia de competencia igualitaria.

Esta investigación, no obstante, transcurre por caminos distintos al recorrido por las otras, con lo que no cabe esperar que las conclusiones sean conjuntas. En cualquier caso, Margrethe Vestager espera que dentro de poco puedan contar con, al menos, algún estudio preliminar para ir dando forma a la investigación.

AdWords, la principal fuente de negocio

Habrá que ver cómo evoluciona todo este asunto, pero está claro que no se trata de un problema menor. Y es que abrir una investigación contra AdWords significa atacar a la auténtica gallina de los huevos de oro de Google, al menos en materia financiera.

De hecho, sólo en 2015 la compañía tuvo unos ingresos oficiales y declarados de 74.500 millones de dólares, y la mayor parte de esa facturación procede de su mayor línea de negocio, la publicitaria, en la que se enmarcan servicios como AdWords y AdSense.

Parece, por tanto, que una corrección de las prácticas de Google en Europa en este sentido, por mínima que sea, podría afectar (y mucho) a los resultados financieros de la compañía en el ámbito publicitario.

El buscador y Android siguen bajo sospecha

Mientras tanto, en Google siguen pendientes del resto de acusaciones que le ha hecho la Unión Europea: por un lado, las sospechas de que Google Search podría estar beneficiando de manera ilegal los negocios de Google a la hora de mostrar los resultados. Una práctica que podría ser entendida desde el ámbito de cualquier empresa privada, pero que en realidad estaría perjudicando al resto de su competencia dentro de un buscador que ya se ha convertido casi en el único.

Por otro lado, la Unión Europea también acusa a la compañía de que, a través de Android, estaría beneficiando sus propias herramientas y cobrando unos abusivos 'peajes' a todo aquel que quiera desarrollar cualquier tipo de software en Android.