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CONTAMINANTE Y ANTI DERECHOS HUMANOS

Tecnología sin coltán: esta campaña quiere que dejes de tener gadgets con el 'mineral de sangre'

El coltán está sumergido en una guerra, y cada vez son más los colectivos que piden que deje de usarse en los aparatos electrónicos.

Tecnología sin coltán: esta campaña quiere que dejes de tener gadgets con el 'mineral de sangre'

Tecnología sin coltán: esta campaña quiere que dejes de tener gadgets con el 'mineral de sangre' Agencias

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Seguramente no sepas lo que es el coltán, en cuyo caso tampoco sabrás uno de los sitios en los que más hay: tu casa. Y es que el coltán es uno de los minerales más usados a la hora de fabricar todo tipo de aparatos electrónicos.

Su mayor uso reside en las baterías: la de tu ordenador, la de tu cámara de fotos, la de tu móvil... la mayoría de ellas contienen coltán. También las lentes de casi la totalidad de las cámaras fotográficas y de vídeo. Ahora te imaginarás hasta qué punto este material es esencial en la mayoría de la tecnología que tienes en casa.

Pues bien, hay quien quiere deshacerse de él, y no parece que los motivos sean banales. La ONG Alboan ha lanzado una campaña de recogida de firmas para que este material deje de estar tan presente en las batallas comerciales dentro de la Unión Europea.

Los motivos son variados, pero hay dos que destacan por encima del resto.

Primer motivo: explotación laboral y contaminación

El primero es la dificultad para conseguirlo: actualmente, el Congo tiene cerca del 80% de las reservas de coltán en todo el mundo, una situación que ha derivado en una guerra constante entre mafias para hacerse con este mineral.

Además, el uso y tratado del coltán trae consigo una vulneración sistemática de los derechos humanos, ya que quienes trabajan con este mineral lo hacen en unas condiciones que muchos tachan de explotación laboral. De hecho, en ocasiones incluso se obliga a niños a participar en la recolección del mineral.

Y es que, según denuncia Alboan, “su extracción, procesado y venta está controlada por grupos armados que han convertido el Congo en el peor de los infiernos, con más de cinco millones de muertos desde 1998, un millón de personas desplazadas sólo en 2013 y más de cien mil mujeres violadas al año”.

Así pues, “esos minerales 'manchados de sangre' son los que llegan a nuestras manos escondidos en nuestros móviles. Sin ser muy conscientes de ello, contribuimos a financiar la continuidad de la explotación de tanta gente en las minas y el mantenimiento de los grupos armados que intervienen en los conflictos”.

Segundo motivo: la naturaleza

En segundo lugar, el coltán es una sustancia que perjudica -y mucho- el medioambiente. Y es que no sólo es altamente contaminante, sino que además se trata de un material no renovable y de un solo uso, con lo que su ciclo de vida es mucho más corto que el de otros materiales que podrían usarse en su lugar.

Según Alboan, el tratamiento ético del comercio de coltán depende del país en el que se mire. Para la ONG, Estados Unidos es un ejemplo del rechazo a la guerra suscitada en torno a este material. Y es que la Ley Dodd-Frank regula el comercio de este mineral y es obligatoria para todas las empresas estadounidenses que lo empleen y coticen en Bolsa. Gracias a ello, esta ley “ha elevado el nivel de concienciación sobre la vinculación existente entre conflicto y explotación de minerales”, además de que “ha demostrado que las empresas pueden hacer esfuerzos razonables para mejorar la transparencia en su cadena de suministros”.

En Europa, sin embargo, pese a que la Comisión Europea hizo pública una iniciativa para regular el comercio del coltán, posteriormente “los Estados miembros se posicionaron a favor de limitar el alcance de la ley (al reducir el número de empresas afectadas) y rebajar el concepto de 'responsabilidad empresarial' tal y como aparece en la Guía de la OCDE”.

Así pues, el objetivo de esta campaña, además de recolectar firmas, es que la Unión Europea abandone esta colaboración comercial en torno al coltán. En definitiva, “impedir que los grupos armados se sigan financiando con los minerales con una legislación que obligue a los fabricantes a utilizar solo aquellos cuyo origen sea limpio, que no procedan de conflictos en ninguna parte del mundo y así contribuir a detenerlos”.

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