Gadgets y apps contra los agresores sexuales

Los dispositivos móviles y algunos 'wearables' basados en el 'internet de las cosas' pueden convertirse en un inesperado aliado a la hora de comunicarse con alguien que pueda ayudarte en caso de un ataque sexual.

Gaspard es un minúsculo objeto conectado desarrollado en Francia, muy discreto y valioso al mismo tiempo. Este gadget se coloca en la ropa, preferentemente en lugares de fácil acceso en caso de ataque.

El botón emite un aviso a los contactos en la libreta de teléfonos del móvil del emisor, ya sea a quienes tengan la aplicación, ya sea por SMS a las que no la tengan. El mensaje de alerta de Gaspard incluye la ruta para llegar al lugar del suceso.

En India, donde el número de violaciones supone un auténtico problema social, dos jóvenes de 21 y 23 años han puesto su granito de arena en la lucha contra los agresores sexuales. Lo hacen colocando la tecnología directamente en el cuerpo de la mujer con unos pantalones anti-violación.

Esta prenda incorpora un botón que emite una señal de alarma a la comisaría más cercana. Con su GPS, los miembros de seguridad de más de doscientas estaciones de seguridad podrán localizar el lugar exacto del ataque.

En el país se han desarrollado otras soluciones similares, como el sujetador que emite descargas eléctricas contra el agresor. Una prenda que protege el interior de la mujer que lo viste, que puede controlar cuándo activar esta funcionalidad. No obstante, éste es un producto poco accesible económicamente para las mujeres del país.

Algunas aplicaciones útiles

Una aplicación imprescindible para mandar un aviso a la Policía o la Guardia Civil es Alertcorps, de la que hablamos en éste artículo y que cuenta con un apartado especial para agresiones sexuales. De momento está disponible en ocho comunidades autónomas y se espera que el Ministerio del Interior complete su despliegue en todo el territorio nacional durante el primer trimestre de 2015.

Existen otras apps para avisar a tus contactos de situaciones de peligro a través de SMS, redes sociales o correos electrónicos. Besafe, por ejemplo, consigue esto con un único botón de alarma, compartiendo también la ubicación con las personas elegidas.

Good2Go, de la que también os hablamos, es una aplicación con un funcionamiento sencillo: dos personas rellenan sus datos antes de mantener relaciones sexuales para así poder “demostrar” que han sido consentidas. Sin embargo, lo que se desarrolló para intentar disminuir el número de violaciones en los campus norteamericanos ha acabado siendo un arma de doble filo que pone más énfasis en la víctima que en el delito.

Tecnología aparte, lo que está claro es que lo que realmente hace falta es una concienciación auténtica para erradicar todo de tipo de agresiones contra las mujeres.