NUEVAS VARIANTES
Los hábitos veraniegos que podrían aumentar el riesgo de contraer COVID
Un experto ha emitido una alerta sobre la COVID-19 para este verano, afirmando que los virus "no se limitan a las estaciones".

Publicidad
Dos nuevas variantes de COVID están disparando los casos: la NB.1.8.1 y la Stratus. La OMS ha incluido ambas cepas en su categoría de "variante bajo vigilancia" y, a pesar de que comparten protagonismo, los primeros indicios de Stratus muestran que podría superar récords de contagio.
¿Coronavirus en verano? Lo cierto es que suena un poco raro. Y es que aunque se trata de una enfermedad más propia del invierno, esto no significa que se sea inmune durante los meses más cálidos. De hecho, existen algunos hábitos veraniegos que podrían aumentar el riesgo de contraerla. Te contamos los detalles.
Tal y como revela el medio Mirror, según el doctor Dave Nichols, los virus "no se limitan a las estaciones". "Virus como la COVID-19, el VRS o incluso las cepas de gripe no se limitan a las estaciones; en verano, factores como los viajes, el estrés, la falta de sueño y la exposición al sol pueden comprometer el sistema inmunitario", explicó. Para limitar el riesgo de contraer la COVID-19, sugirió fortalecer el sistema inmunitario.

"La resiliencia inmunológica lleva tiempo: desarrollar y mantener un sistema inmunológico fuerte es un esfuerzo a largo plazo, no solo algo en lo que concentrarse cuando ya está enfermo o en invierno", dijo.
Lo ideal es, según este experto: dormir de 7 a 9 horas, comer alimentos que fortalezcan el sistema inmunitario (frutas, verduras, yogures, ajo, jengibre, cúrcuma...), hidratarse, exponerse al sol de 10 a 20 minutos diarios, hacer ejercicio, controlar el estrés y meditar.
Síntomas específicos de cada variante
Los síntomas asociados a las cepas mencionadas son similares a los de otras variantes de COVID-19. Suelen durar de tres a cinco días e incluyen:
- Fiebre o escalofríos
- Tos
- Dolor de garganta
- Congestión nasal o secreción
- Fatiga
- Dificultad para respirar
- Dolores musculares o corporales
- Dolor de cabeza
- Pérdida reciente del gusto u olfato
- Náuseas o vómitos
- Diarrea
Sin embargo, hay síntomas característicos de cada una de las variantes. Por ejemplo, en el caso de NB.1.8.1, se distingue por provocar diarrea, náuseas y estreñimiento con más frecuencia que otras variantes anteriores. Esta sintomatología puede llevar a confundir el cuadro clínico con una infección digestiva común, dificultando la detección temprana del virus.
Por otro lado, en el caso de Stratus, destacan especialmente la ronquera o afonía.
La buena noticia es que aunque ambas muestran una mayor transmisibilidad, no se ha observado que cause una enfermedad más grave que otras variantes.
Publicidad