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COREOGRAFÍAS PARA LLAMAR LA ATENCIÓN SOBRE LA INVESTIGACIÓN

Concurso de vídeos científicos: la ciencia con baile entra

¿Qué tienen en común un luchador de sumo adicto a la mayonesa y un grupo de trapecistas? La respuesta puedes encontrarla en un concurso de vídeos científicos. Los participantes son investigadores que crean coreografías para explicar sus estudios. Combinan canciones y bailes en auténticos videoclips. Que tiemble Beyoncé.

Concurso de científicos

Concurso de científicos Agencias

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Se abre el telón y aparece un chico vestido de luchador de sumo con una cuchara impregnada de mayonesa. Mientras baila, entona una canción en la que admite ser un adicto a la salsa. Necesita un producto bajo en grasa para estar sano, pero claro, el sabor y la textura se pierden. Se cierra el telón ¿Cómo se llama la investigación?

Seguramente no te suene el chiste y es completamente normal, porque hablamos del argumento de uno de los vídeos finalistas del concurso ‘Baila tu doctorado’ (‘Dance  your Ph.D.’ en inglés), impulsado por la revista Science. Es una competición para investigadores donde no sólo tienen que demostrar sus aptitudes científicas, sino también las artísticas.

El evento, que ya va por su séptima edición, brinda a todos los que quieran apuntarse la oportunidad de divulgar sus proyectos de una manera diferente. Concretamente, en forma de coreografía, una especie de ‘flashmob’ científico.

Los requisitos incluyen tener el doctorado o estar en proceso de conseguirlo, que la investigación se incluya dentro de algunas de las temáticas indicadas en las bases y que el vídeo final se cuelgue en la plataforma Vimeo.

El jurado lo componen personalidades científicas y del mundo del arte, que eligen a doce finalistas. De ellos, once son premiados con 500 euros y solo un ganador se lleva 1.000, un viaje a California y la fama, claro.

Si ya resulta complicado para los investigadores explicar qué hacen tantas horas en el laboratorio o entre los libros del despacho, imagina si tienen que cantarlo o bailarlo. Difícil, desde luego, pero resulta que no se les da nada mal: los vídeos tienen tanto de instructivos como de originales y graciosos.

Pero volvamos al gordito de la mayonesa. La idea es de la española Saioa Álvarez, investigadora en la Universidad del País Vasco y finalista en la categoría de química. Trabaja para conseguir una mayonesa con menos calorías pero con la misma textura y sabor que la original.

Resulta que los lípidos otorgan a la salsa su viscosidad, por lo que al reducir su contenido pierde ciertas propiedades. Álvarez y el resto del equipo explican en la letra de la canción cómo han conseguido evitar esta catástrofe para los que, como el gordito, se declaran fans del condimento.

La ganadora de la última edición del concurso ha sido Uma Nagendra, una bióloga de la Universidad de Georgia, en EEUU. Nagendra combina la vida de científica con su faceta de trapecista, así que ha aprovechado para convertir su coreografía en un espectáculo circense.

La joven estudia los tornados, pero no sus efectos devastadores en las poblaciones humanas, sino sus consecuencias positivas para los bosques, mucho menos conocidas. Como explica en su vídeo, estos eventos libran a las semillas de los árboles de unos hongos parásitos que dificultan su germinación y crecimiento.

Entre los finalistas hay otro español. David Manzano investiga en la Universidad Complutense de Madrid y ha ganado en la categoría de ciencias sociales con una coreografía digna de un escenario. Ha representado la influencia de los avances tecnológicos y científicos del siglo XIX en el descubrimiento de Oceanía, eligiendo como marco las colonias de España en el Pacífico. Y lo ha hecho de esta peculiar manera:

El verano está lejos, pero puede que la canción de las próximas Navidades acabe siendo alguno de estos temas. O que sus coreografías terminen representándose en un teatro. Para que luego digan que la ciencia es aburrida.

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