Cuatro historias científicas únicas de 2013

Este año nos visitó el mayor meteorito que se ha estrellado contra la Tierra desde 1908. Cuando la bola de fuego que sobrevoló Cheliabinsk impactó contra la atmósfera liberó más de 30 veces la energía de la bomba atómica que cayó sobre Hiroshima.

Ya al final del año, el tifón Haiyan, que arrasó Filipinas, nos recordó el tipo de daños que nos pueden acechar si seguimos ignorando el cambio climático. El calentamiento continúa y según algunos estudios para detenerlo serían necesarios mayores esfuerzos que los mínimos fijados por el panel de Naciones Unidas. De momento, los países industrializados ni siquiera se han acercado a los mínimos.

En otro ámbito que puede tener gran relevancia, en EEUU se decidió por primera vez que no se pueden patentar genes humanos naturales. Esto puede, por ejemplo, abaratar los tests para predecir el riesgo de cáncer que utilizó Angelina Jolie. Pero también puede marcar una tendencia sobre la posibilidad o no de patentar otros productos naturales como las células. La biotecnología marcará el futuro y saber de quién son las células o los genes es esencial para ver cómo será ese porvenir.

Por último, este año se lanzaron simultáneamente dos grandes proyectos en EEUU y Europa para tratar de descifrar el funcionamiento del cerebro. Brain y The Human Brain Project contarán con cientos de millones de dólares para afrontar un reto de enormes dimensiones. Tenemos más de 100.000 millones de neuronas y cada una ellas tiene la potencia de un portátil. Estas son solo algunas de las sorpresas que nos deparó 2013. El año que viene, más.