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PARTE METEOROLÓGICO PARA PONIENTE Y ESSOS

Así debería ser un planeta para tener unos inviernos tan largos como en Juego de Tronos

En 'Juego de Tronos', y el mundo que gira a su alrededor creado por George R. R. Martin, es complicado hacer una previsión meteorológica fiable. ¿Y si realizamos un estudio a nivel planetario? ¿A qué conclusiones llegaremos? Así sería un planeta para que tuviera unos inviernos tan largos.

Juego de Tronos

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La gente que se dedica a la agricultura necesita una poderosa herramienta: el calendario. Ahí se informa de las épocas de siembra y recolección o de las épocas lluviosas y secas. Para los habitantes de Poniente y Essos del mundo creado por George R. R. Martin no es una excepción.

Allí los años duran unos 700 días terrestres y algunos de los pobladores intentan aventurarse en el juego de la predicción de la climatología y prever cuándo sembrar esas últimas semillas. Sin embargo, otros presagian que se acerca el invierno, cometiendo en ocasiones errores que hacen que se pierda toda la cosecha.

¿Cómo se explican estos cambios estacionales aparentemente erráticos en el mundo de 'Juego de Tronos'? Es una tarea interesante porque, imaginen cómo sería un mundo donde la duración y la dureza del invierno variasen caprichosamente. Es lo que sucede en 'Canción de Hielo y Fuego', según una investigación teórica.

Si descartamos la magia como explicación, la solución podría estar en un planeta de tamaño aproximado a la Tierra con una órbita excéntrica alrededor de una estrella que supondremos de tipo solar.

Estas órbitas prometen largos inviernos cuando el planeta se aleja de su estrella. Sin embargo, no todo queda explicado. Por ejemplo, los agricultores se apresurarían a sembrar al término del invierno y la cosecha tendría lugar durante un perihelio terriblemente abrasador. Como consecuencia, las filas de los Otros se verían notablemente reforzadas y cáscaras de cuerpos sin vida invadirían los continentes.

Temperatura superficial de un planeta circumbinario orbitando dos estrellas cuya superficie está a una temperatura de 6000 K de masa solar y una órbita de unos 750 días. En azul se indican las temperaturas invernales y en rojo las veraniegas (ambas en K)
Temperatura superficial de un planeta circumbinario orbitando dos estrellas cuya superficie está a una temperatura de 6000 K de masa solar y una órbita de unos 750 días. En azul se indican las temperaturas invernales y en rojo las veraniegas (ambas en K) | V. Kostov et al.

¿Y si en lugar de a una estrella, el planeta orbitase en torno a dos, ambas de tipo solar? Abandonaremos la dinámica Kepleriana y exploraremos la mecánica que conjuga múltiples cuerpos. Tenemos por tanto un planeta circumbinario (CBP).

Supongamos que los tres cuerpos se encuentran en el mismo plano, la masa del planeta es despreciable frente a la de las estrellas y el eje no está inclinado. En este sistema, cuando el planeta esté en el perihelio, podría estar a una distancia tal que no peligra su estabilidad.

Utilizando la aproximación de la radiación del cuerpo negro podríamos calcular la temperatura superficial del planeta en cada punto de su órbita. Esta temperatura variará en función del tiempo y el ciclo estacional cambia significativamente debido al continuo cambio del semieje mayor del planeta. En la Figura 1 se puede ver el complejo patrón estacional durante 100 años que se ha obtenido tras la simulación. Tanto la dureza como la duración del invierno varían de una manera que podemos considerar errática.

Existen muchos días consecutivos por debajo del punto de congelación y las diferencias de temperatura promedio entre los inviernos pueden variar hasta 5 grados. En los veranos ocurre algo similar, con una amplitud de unos 2 grados. Aunque cabe destacar que una inclinación planetaria distinta o la presencia de planetas adicionales en el sistema modificarían significativamente los resultados.

Un patrón que podría ayudar a las cosechas de Poniente es que un verano con temperaturas bajas con respecto a la media podría interpretarse como el precursor de un invierno terrible. Otro resultado intrigante es la distribución de la duración de los inviernos, donde algunos pueden llegar a durar 600 días, mientras que otros llegarían a 850.

De todos modos, y muy a nuestro pesar, el intento de proporcionar a los habitantes de Poniente un pronóstico del tiempo fiable no ha sido concluyente. ¿Se acerca el invierno? Tal vez sea largo y desagradable o quizás corto y dulce. Quién sabe...

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