Muchas son las opiniones suscitadas en Gibraltar. Los ciudadanos se ven obligados a esperar colas de más de dos horas para poder acceder al peñón mientras que se desencadena una tensión diplomática entre Reino unido y España.

Francisco Marhuenda ha querido recordar que esta tensión se encuentra entre dos miembros integrantes de la Unión Europea y de la OTAN por la última colonia dentro del continente. Para él, el problema son las actitudes y los incumplimientos que ha hecho Gibraltar, además del fraude fiscal, el contrabando, el daño al medio ambiente, y como colofón final, el hecho de lanzar 70 bloques de hormigón en aguas compartidas por ambos países.

En cambio, Tania Sanchez ha opinado que hablar de un problema de fraude fiscal cuando el Gobierno de España hace la vista gorda con el que cometen las grandes empresas "es de risa". La diputada de IU ha comentado que no ve motivos suficientes para movilizar la armada y que defender los intereses en Gibraltar es "una bravuconada más fruto del patriotismo".

Asimismo, Sanchez piensa que se "le está dando una patada a las personas que trabajan en Gibraltar",  y que los gobiernos han optado por resolver la tensión por la vía de molestar a los trabajadores andaluces.

Sin embargo, para Edurne Oriarte el desencadenante de la última crisis en Gibraltar ha sido el lanzamiento de bloques de cemento para impedir que los pescadores españoles puedan faenar.  Asimismo, opina que España debería recuperar la soberania de Gibraltar como ya dijo Naciones Unidas a finales de los años 60.   Para ella, España ha optado por sonreir, dialogar y llevarse muy bien con el resto de los países como ya hizo el gobierno de Zapatero. En cambio, el gobierno británico cada vez que hay una crisis toma medidas duras y fuertes, actitud que debería ser tomada por el Rajoy y su equipo.