Tras escuchar las palabras de Irene Montero hace unas semanas utilizando el lenguaje inclusivo para hablar de "hijos, hijas e hijes", el empresario hotelero Kike Sarasola ha explicado que no está favor de ese uso del lenguaje porque le parece "llevarlo al límite". "En Francia ya han dicho que no", defiende.

Sin embargo, ha aprovechado la pregunta para lanzar un alegato en el que pide no ser criticado por defender su opinión. "No se me puede maltratar porque diga alguna cosa", defiende Sarasola después de recordar que durante toda su vida ha sido un "activista": "Soy gay una de las letras LGTBI es en parte mía porque la he luchado a muerte para que todo el mundo esté incluido sin desigualdades". "Si discrepas en algo, pareces un demonio", afirma.

Por otra parte, preguntado por la homofobia en nuestro país, defiende que hemos mejorado mucho y que "España es un país pionero en la tolerancia".