El nuevo papa ha sido beligerante con la desigualdad, ha elegido la austeridad, ha prometido transparencia con las cuentas vaticanas y ha aflojado la presión, al menos de palabra, con el aborto, los divorcios y la homosexualidad.

Pero dónde más se está notando el nuevo estilo del papa Francisco está siendo la gestión de los casos de pederastia. Ni un año había pasado desde la fumata blanca cuando la ONU publicó un informe muy duro contra la Iglesia por haber tapado durante años los abusos sexuales de sacerdotes a menores "Decenas de miles" es lo más cerca que está la ONU de la cifra real de abusos. No hay datos oficiales. No hay transparencia.

El mapa del mundo con algunos de los casos de pederastia  verificados en la Iglesia católica quedaría en EEUU con más de 1300 niños afectados. Y unos 300 sacerdotes implicados. En Australia, hay más de 620 casos. En Irlanda, se calcula que hay miles de menores afectados.En Alemania, se han llegado a verificar 200 denuncias de pederastia.Y en España, ¿cuántos casos hay en España?

Es imposible tener una cifra. Ni siquiera una aproximación.Quizá ellos lo sepan, pero los obispos españoles se niegan a ofrecer datos. De hecho la Conferencia Episcopal Española no ha querido participar en esta Sexta Columna.

Los únicos confirmados con sacerdotes son apenas una decena de condenas a sacerdotes españoles por abusos sexuales a menores en los últimos años. La Iglesia tiene un problema y el papa Francisco es plenamente consciente.

Con este panorama, cada vez que se pronuncia sobre pederastia Bergoglio emite un mensaje contundente. Más allá de las palabras, el papa Francisco se ha reunido con las víctimas de abusos sexuales y ha dado publicidad a esas reuniones. Y, sobre todo, ha creado una comisión para luchar contra la pederastia en la Iglesia Católica.

El caso clave de Bergoglio contra la pederastia ha llegado con los presuntos abusos a menores de los curas de Granada. Tal y como el propio Papa Francisco ha contado esta semana, fue él quien recibió la carta de un joven que sufrió abusos sexuales en Granada y decidió actuar.

“Lo he leído y le llamé. Y le dije mañana ve a ver al obispo. Le escribí al obispo para que comience a trabajar, a investigar y seguir adelante", afirmaba el papa. Pero el arzobispo de Granada no fue tan adelante como quería el papa Francisco. Así que tuvo que volver a llamar al joven dos meses después para pedirle perdón de nuevo. Ahora le animaba a denunciar ante la Justicia.

La iglesia empieza a reconocer los abusos sexuales a menores como un delito. Justo lo que llevan ya cuatro años pidiendo desde Redes Cristianas. "Esto es lo que debería hacer la Iglesias".