Oleguer Pujol es el pequeño de los hermanos. Sólo tenía ocho años cuando su padre llegó a presidente de la Generalitat. Oleguer acabaría siendo un auténtico tiburón de los negocios, investigado por la UDEF. El problema: sus presuntos pelotazos urbanísticos por valor de 3.000 millones de euros.

Además, la policía sospecha que podría haber desviado los beneficios hacia paraísos fiscales siguiendo una ruta. Según la exnovia de su hermano Jordi, Oleguer sería el contacto en la capital para lavar dinero.

Con la última amnistía fiscal de Montoro, Oleguer aprovechó para sacar a la luz tres millones de euros de los 93 que, según 'ABC', reconoció que tenía en el extranjero. Oleguer no es el único que ha regularizado dinero. Su hermano Josep, segundo hijo del expresident, también se acogió a la amnistía fiscal. Las sombras se extienden por toda la familia.