Si los extraterrestres visitaran hoy la Tierra, empezarían, por supuesto, por el imperio: Estados Unidos. Allí encontrarían al ser humano más poderoso: Donald Trump. Y al espiar en secreto sus mítines en busca de vida inteligente, descubrirían al magnate y presidente norteamericano exhibiendo sus mejores pasos de baile.

Como se decía en la película 'Mars Attack': "Nuestras costumbres pueden parecerles extrañas, pero no tienen que temer nada". Probablemente, no tendrían necesidad ni de destruirnos porque llegarían a la conclusión de que no hace falta, que no necesitamos ayuda para sucumbir ante las amenazas.

Los marcianos comprobarán que es algo planetario. En España, nuestros políticos no priorizan las propuestas ni en tiempos difíciles, sino machacar a sus oponentes. "La política se ha convertido en el 'uno contra uno', quedar por encima del otro, mi idea es más importante que la tuya. Es de las pocas explicaciones que se les podría dar a los extraterrestres", ha planteado Cristina Manzano, directora de 'Esglobal'.

En la misma línea se ha expresado Sandro Pozzi, periodista afincado en Estados Unidos: "Si los extraterrestres vinieran, se preguntarían si entre 330 millones de personas no había candidatos mejores para liderar. Fundarían un tercer partido y gobernarían ellos".

En el debate de vicepresidentes sí se discutió de propuestas. De soluciones a los grandes problemas de EEUU, como el racismo, el cambio climático o la desigualdad. Pero la campaña de los candidatos será recordada no precisamente por hablar de propuestas, sino de insultos. Trump se siente cómodo en el ring. Joe Biden a veces contraataca, pero sabe que sus opciones de ganar no pasan por entrar en un intercambio de golpes.