Canal Nou nace en 1989 como televisión plural para todos los valencianos. Pero en sus casi 25 años se ha convertido en ejemplo de despilfarro y manipulación. Uno de los padres de este modelo de televisión pública es Eduardo Zaplana.

Cuando llega a la presidencia de la Generalitat en 1995, deja claras sus intenciones sobre Canal Nou. Sin embargo, Zaplana no sólo no lo privatiza, sino que lo engorda. Durante su mandato los gastos de la radio televisión valenciana crecen un 119 por ciento. Y las pérdidas no cubiertas acumuladas, que hasta entonces habían sido moderadas, se disparan a los 470 millones, 21 veces más.

"Se crean más canales  y por eso crece la plantilla. Es una gestión de 24 años no de 18, es una gestión de PP y PSOE", explica Serafín Castellano, secretario general del PPCV.

Y entonces, llegan las denuncias de manipulación contra Zaplana. Julià Álvaro es uno de los periodistas más veteranos de la casa y también uno de los menos conformistas. Asegura que sus protestas por la manipulación le costaron represalias. "Yo me niego y me dicen que el futuro no me va a gustar. Me mandan a deportes para un mes, que luego han sido 16 años. A mi mujer la echan, la contratan en una productora y obligan a la productora a echarla o no les contratarán más programas".

Su esposa es Mariola Cubells experiodista de Canal 9 y crítica televisiva. "La gente crítica iba desapareciendo.  A la larga, sólo lo ético funciona".

"Ellos no aceptan neutrales, no hacen heridos ni rehenes", asegura Julià, que encuentra una cruda respuesta, la de Serafín Castellano: "Que lo hubiera denunciado antes".