Pablo Iglesias abre una boca de incredulidad impagable cuando escucha a Jordi Évole hablando por teléfono con Joaquín Sabina. Es la típica sorpresa que se guarda el director de Salvados para sorprender a los invitados de su programa. "Estoy con un amigo mío que quizá por el nombre te suene. Es Pablo Iglesias", se arranca Évole. La respuesta de Sabina es inmediata: "Claro que me suena".
'Lo único que me molestó es que Monedero dijera que yo me dediqué a cantar y no a hablar de política'
Pablo Iglesias, todavía preso de la sorpresa que le tenía preparada Évole, reacciona al saludo del cantautor español con un mensaje conciliador dirigido a enterrar el hacha de guerra entre Podemos y el propio Sabina. "Parece que todo conspira para que nuestro amor sea imposible y que tengamos incompatibilidad de caracteres. Yo creo que podemos demostrar que no es así".
Sabina también se muestra dispuesto a hacer las paces. "Yo celebré mucho el momento en que aparecisteis porque para mí, si no hubierais aparecido habría que haberos inventado", asegura el cantautor andaluz. Hasta aquí todo bien, pero no tarda en salir a la luz la mecha que encendió la polémica entre ambas partes; esto es, las declaraciones de Juan Carlos Monedero, portavoz de Podemos, en torno al peso político de Joaquín Sabina en España.
"Lo que sí diré es que lo único que me molestó es que el señor Monedero, siendo de Podemos, dijera que yo me dediqué a cantar y no a hablar de política", sentencia Sabina como único 'pero' a la gestión de Podemos.
Valencia, día uno
Así fue la discusión en el primer CECOPI para mandar la alerta a la población: "La dirección era un pollo sin cabeza"
"Lento" y "caótico" es como define el subdirector de elDiario.es en Valencia, Sergi Pitarch, el proceso de toma de decisión respecto al aviso a la población que tan tarde llegó aquella tarde.