En Cádiz, requieren a la policía para que intervenga en un prostíbulo, donde un cliente ha agredido a varias personas. Cuando llegan al pub, ya no se encuentra el agresor. Buscan en las inmediaciones del local, donde observan los daños causados por el hombre. Ha roto varias ramas de árbol, con las que ha agredido a las mujeres. Las dueñas del prostíbulo describen el físico del agresor, instantes después los agentes se adentran en el coche y patrullan en busca del fugitivo.

La Unidad de Prevención y Respuesta patrulla durante la noche por las calles de Alicante. Reciben el aviso de  una reyerta entre varios individuos en la que podrían haberse usado armas blancas. Los agentes se adentran en el casco antiguo, donde topan con un grupo de  personas. Interrogan a los individuos, mientras otros agentes  marchan en busca de uno que se ha dado a la fuga. Suben varias escaleras, miran a los alrededores, pero no hallan su rastro.  Se ven obligados a suspender la búsqueda. Un nuevo comunicado les alerta de que, en una plazoleta, hay un individuo que va sin camiseta y que porta un cuchillo en la mano. Va acompañado por otro hombre.  Los retienen, y comprueban que uno de los sospechosos muestra señales de haberse peleado. 

La policía es alertada porque una pareja joven se está peleando en plena vía pública. Cuando llegan al lugar del suceso, otros compañeros tienen retenido al presunto agresor. La víctima comenta que ambos viven en el mismo piso, y que habían salido para estar en la calle. Han comenzado a discutir, y ya no quería regresar con él a casa, prefería marcharse a la casa de una amiga, con la que después se iría de fiesta. Dice que al hombre le ha dado un ataque de celos, y que ha comenzado a desnudarla y a insultarla. Niega que la haya agredido, y afirma no necesitar una ambulancia. Piden la documentación al hombre, a la par que este afirma no ser un maltratador.