Ahorrar usando el aire acondicionado es posible. Lo primero a tener en cuenta es la temperatura, la ideal en verano es 25ºC, si es inferior llegará un momento en el que tengamos frío por lo que, al apagarlo, podríamos volver a tener calor. Además, cada grado menos es un 10% más en la factura de la luz.

El segundo gran error es el mantenimiento del aparato. Dentro de él hay un filtro que debe sacarse, meterse en agua y secarse. Si es una máquina que permite calor y frío debe hacerse dos veces al año, si sólo permite frío con una basta. No hacerlo podría incrementar el precio en nuestra factura hasta un 15% más.

Lo mismo ocurre con las rejillas, obstruyen el aire. Se puede poner algo que desvíe la corriente, pero no taparlo. Las recomendaciones del experto en energía para las ventas es "doble vidrio", bajo emisivo y rotura del puerte térmico, para aislar el exterior y el interior de la casa. Si la temperatura exterior es menor a la que tenemos con el aire acondicionado, lo que debe hacerse es abrir la ventana y apagar el aire.

La regla de oro a la ora de comprar un aire acondicionado es 100 frigorías por cada metro cuadrado. Ahora, si la casa "tiene techos muy altos o no está bien aislado" debe poner algo más. Si uno se queda corto, lo que pasará es que tardará más en que la habitación se quede fría y, en el caso de quedarse largo, inmediatamente cogerá temperatura pero se pasará y hará frío, y al pararlo habrá calor.

Para estos últimos casos, lo mejor es la tecnología inverter: en vez de todo o nada, graduará la tecnología del motor y cuando se va acercando a los 25ºC bajará el porcentaje de aire.

Otro consejo del experto es "no enfriar los muebles", es decir, no dejar encendido el aire cuando no haya nadie en casa: "Tardas diez minutos en volver a tener la temperatura de confort", aun así, hay aparatos que desde Internet se pueden encender automáticamente y, así, diez minutos antes podremos encenderlo.