Las sesiones se centraron en dos aspectos: La velocidad y la ingesta de alcohol. El torero juró a la jueza que no hizo más que "mojar los labios" en la copa de cava para "no hacer un feo" a la persona que se la ofreció. "Pero es no es beber", recalcó Ortega Cano.

Pero dos camareros del Hotel 'La Alquería' contradijeron estas declaraciones, asegurando que el torero bebió Whisky con Coca-Cola en copa de balón  minutos antes de coger el coche y chocar contra el de Carlos Parra. Otra testigo le vió saliendo del Hotel y asegura que se tambaleaba y no podía bajar las escaleras. Incluso los peritos dijeron que había bebido el equivalente a entre 8 y 10 cervezas. El único que corroboró la versión de Ortega Cano fue el gerente del Hotel, que declaró que no le vio beber en ningún momento.

La segunda mitad del juicio se centró en la velocidad a la que circulaba José Ortega Cano. Mientras que su defensa mantenía que no iba a gran velocidad y que todo se debió a "un repentino mareo" que sufrió, los peritos, una vez más contradijeron esta versión, ya que adujeron que el eje de su coche habría quedado en una posición distinta. También el doctor Valdeseca, uno de los primeros en llegar al lugar del accidente contradijo la versión del torero.

El testimonio de un conductor que fue sobrepasado a gran velocidad por Ortega Cano sostiene que, además del exceso de velocidad, el torero llegó a invadir el carril contrario, por lo que llamó "en seguida" al 112.