Miguel Ángel Rodríguez pide perdón por lo ocurrido pero niega haber cuadruplicado la tasa máxima permitida. El que fuera portavoz del Gobierno de Aznar ha tenido que explicar delante del juez por qué la madrugada del 2 al 3 de de mayo conducía golpeando y causando estos daños a varios vehículos aparcados.
Rodríguez se ha mostrado sorprendido ante los periodistas por la relevancia social de su caso. Dice que no esperaba tal revuelo en torno a alguien que hace años que dejó la política. Pero es un personaje público y conducía en unas conciciones más que peligrosas para la seguridad vial.
Pero la polémica también ha envuelto su comparecencia en el juzgado. El magistrado ha celebrado la vista a puerta cerrada al interpretar que el jucio rápido pertenece a la fase de instrucción. Una decisión poco habitual en estos juicios que ha dejado fuera a los periodistas y que chirría a los expertos en derecho procesal.
Miguel Ángel Rodríguez se mostró convencido, hace unos meses en televisión, sobre la regulación de la vida nocturna, cuando días después de la tragedia del Madrid Arena afirmaba que, para evitar casos de este tipo, los jóvenes no deberían andar en la calle a esas horas.
Por otro lado, la directora general de Tráfico, María Seguí, ha invitado a Miguel Ángel Rodríguez y a los voluntarios que quieran a que acudan a la Dirección General de Tráfico (DGT) para "trabajar activamente en pro de la seguridad vial".
"Tenemos trabajo en abundancia y muchas buenas ideas que compartir con ellos", ha dicho Seguí al ser preguntada por las declaraciones de Rodríguez tras ser juzgado por colisionar con varios vehículos.
La máxima responsable de tráfico ha recordado que la legislación española recoge este tipo de comportamientos como delito y que hay unos protocolos de investigación, por los que ha mostrado su absoluto respeto, al igual que por la decisión que tome el juez. "Cualquier persona, independientemente de su posición, rango, edad o ámbito profesional esté sujeto a las mismas normas y mismos controles y procedimientos", ha insistido María Seguí.