El jefe de Investigación de laSexta, Manu Marlasca, ha patrullado con la Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional en las zonas más conflictivas de A Coruña. En una de las intervenciones acuden a un bar donde tenían sospechas de que servían y vendían algo más que cervezas. En otra, acuden a un edificio donde todas las casas están vacías excepto dos narcopisos.

En el primer caso, las cámaras del programa se encuentran con la oposición de los clientes del bar, que se muestran algo agresivos al pedir no ser grabados. El reportero les explica que no saldrán sus caras. Allí encuentran papelinas y sobres con sustancias sospechosas en el almacén. Las primeras pruebas del narco test rápido no fueron concluyentes y tuvieron que esperar a las del laboratorio para saber de qué se trata.

En la segunda ocasión se desplazaron hacia un edificio céntrico donde solo están habitados dos narcopisos en los que los drogadictos incluso se quedan para poder consumir la droga que compran.

Cuando el periodista Manu Marlasca se acerca a la puerta y pide hablar con las personas que se encuentran en su interior, la respuesta que recibe es del todo inesperada: a través del hueco de la mirilla le lanzan un chorro de aceite. Una acción que repiten también para intentar alcanzar al cámara.