Prosigue la búsqueda de Anna y Olivia cuando se cumplen tres semanas de la desaparición de las niñas junto a su padre en Tenerife, que el pasado 27 de abril no devolvió a sus hijas, de uno y seis años, a su madre, a quien dijo que no volvería a verlas.

Este martes, los perros de la Guardia Civil Junco y Bill, especializados en la búsqueda de restos biológicos, han regresado a la casa de progenitor, Tomás Gimeno, en cuyo interior ya estuvieron trabajando ayer, lunes, durante todo el día.

Desde allí, el periodista Manu Marlasca ha precisado que ahora están trabajando en la finca que rodea la casa, de unos 2.000 metros cuadrados. Allí, los vecinos escucharon a Anna y Olivia tan solo unas horas antes de que se les perdiera la pista.

De momento, la Benemérita ha encontrado, con ayuda de estos dos canes, tierra removida en la que, sin embargo, no ha encontrado absolutamente nada. De la búsqueda de ayer sí ha trascendido que los perros marcaron hasta tres puntos: las muestras serán trasladadas a un laboratorio de Criminalística para determinar de qué se trata.

Marlasca recuerda que Junco y Bill son buscadores de restos biológicos y que en la casa de Gimeno las menores han pasado mucho tiempo. Lo que parece descartado tras la inspección de la víspera es que alguien tratara de limpiar la casa o eliminar algún rastro y que allí ocurriera algo que dejara un rastro evidente de violencia.

En este sentido, la abogada Beatriz de Vicente ha apuntado que, el hecho de que "no hay signos evidentes de violencia", no necesariamente descarta que haya habido un crimen en este escenario. "Lo que sí se puede descartar es que las niñas sufrieran una muerte violenta o un ataque violento dentro de esa casa porque no hay rastros de sangre o signos de lucha", ha señalado.

El miércoles, avanza Marlasca, se inspeccionará el vehículo en el que presuntamente se trasladó a las niñas y acabarán con la embarcación de Tomás Gimeno que apareció a la deriva el 28 de abril. El escenario principal de la búsqueda, apunta, sigue siendo el mar.