Cientos de robos, 13 asesinatos y 50 violaciones. Son los crímenes que reposabn sobre la espalda de Joseph James DeAngelo, más conocido como el 'asesino de Golden State'. Más de 40 años después de las atrocidades que cometió en Estados Unidos, se le ha puesto cara y sus víctimas han relatado su historia ante el juez.
"DeAngelo, con un cuchillo, me dijo que me mataría si no hacía lo que exigía. Me violó en repetidas ocasiones", ha explicado Kris Pedretti, su primera víctima. Un relato similar al del resto de mujeres, a las que vigilaba, perseguía, violaba y, en algunas ocasiones, llegaba a asesinar.
Y es que California vivió el terror de su sombra entre los años 70 y 80. Sus actuaciones abarcaban desde Sacramento hasta el sur de Los Ángeles y sus víctimas no tenían relación entre sí. De hecho, las autoridades pensaron en un principio que estaban ante distintos criminales. Pero con el análisis de las pruebas de ADN descubrieron que se trataba de la misma persona.
DeAngelo ha reconocido los hechos en el juicio. "Lo admito, lo admito", ha dicho ante el juez. Su modus operandi era siempre el mismo: escogía a mujeres solas o con hijos pequeños, las perseguía y estudiaba sus movimientos. Después entraba en sus domicilios armado y las atacaba. A algunas las seguía acosando telefónicamente.
Janell Cruz fue su última víctima. Tenía 18 años cuando fue asesinada y la encontraron semidesnuda y golpeada hasta la muerte sobre su cama. 32 años después de este crimen, el 24 de abril de 2018, fue detenido. El ADN fue la huella que finalmente permitió a las autoridades conocer su identidad.
Fue un investigador ya retirado el que buscó el rastro del ADN en una base de datos pública que normalmente se utiliza para encontrar familiares desaparecidos. Allí halló la coincidencia que llevaban décadas buscando: un miembro de la familia de este hombre había utilizado esta plataforma para localizar a otra persona.
DeAngelo ahora tiene 72 años y en los años 70, coincidiendo con algunos de sus crímenes, trabajó como policía en California. Sin embargo, lo expulsaron del cuerpo por robar un martillo y un repelente para perros en una tienda. Este viernes se ratificará la condena perpetua para él después de que se confesara culpable para evitar la pena de muerte.