La Brigada Móvil de Metro de la Policía Nacional descubre en una tienda que un hombre ha vendido más de 400 terminales móviles a un precio de unos 300 y 350 euros. En total habría sacado unos 140 mil euros, pero ¿dónde consigue esos terminales? Luis Ángel, un hombre de 47 años, hace contratos con las compañías que pone a nombre de personas que ya han fallecido. Utilizaron los datos de unos 170 fallecidos a los que les adjudicaron más de un contrato, según Manuel Jiménez, de la Policía nacional de la Brigada Móvil de Metro.
Una estafa muy enrevesada, el hombre, de Valladolid, accede a las esquelas de los fallecidos, contacta con las funerarias y haciéndose pasar por una compañía de seguros consigue su DNI, luego, desde su casa, compraba los teléfonos dando los datos del fallecido.
Una vez vendía los teléfonos no pagaba lo que debía a las compañías móviles, una deuda que finalmente se le reclamaba a los familiares del difunto. Esta estafa supera los 500 mil euros. Pero su entramado no queda ahí, contaba con la ayuda de su familia.
“La hermana se quedaba con la parte poner los precios en las tiendas. Y su sobrino hacía básicamente lo mismo que él”, manifiesta el agente policial. Los teléfonos móviles no los recibía en su domicilio. Utilizaba direcciones falsas y se iba a los portales a esperar a las empresas de mensajería. Gracias a la investigación de estos policías se ha conseguido su detención e imputación.
Las compañías de telefonía ya no regalan móviles al hacer un contrato, esto ha hecho que este timador profesional con antecedentes, Luis Ángel, moviera su "particular negocio". Se recicló alquilando pisos a nombre de fallecidos que no pagaba y realquilaba. Todo un negocio aprovechándose de los que ya no están. Ahora, se enfrentan a un delito continuado de estafa, asociación criminal, usurpación de identidad y falsedad documental.