La directora de la Guardia Civil, María Gámez, ha contado en Más Vale Tarde cómo está afrontando la situación relativa a la amenaza de muerte que ha recibido en una carta con balas, las mismas que han dirigido a Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos, y a Grande-Marlaska, ministro del Interior: "No es nada agradable, ni personalmente ni para mi familia. Pero vamos a seguir trabajando, porque se tiene que imponer la normalidad. Esta batalla la tiene que ganar la democracia".
Gámez ha reconocido que se encontraba de viaje cuando recibió dicha carta, pero que le afectó. "Remueve que ocurran cosas así, y lo que más preocupa es lo que hay detrás. Cuando se siembran vientos se pueden recoger tempestades", ha planteado la directora de la Guardia Civil, que ha precisado: "Lo que hay detrás es lo que puede ser más preocupante, que los discursos de odio terminan llevándonos a malos caminos".
La dirigente ha apuntado que por desgracia "estamos acostumbrados a un clima político muy crispado", y que "llevamos mucho tiempo con señalamientos gratuitos, y esto no es bueno para la democracia ni para un clima de convivencia normalizada en un país que ha dejado atrás etapas muy duras". Así , cree que "debemos huir de estos sucesos donde haya amenazas, y tenemos que ir al camino de la concordia, del diálogo y del respeto"; sucesos que "refuerza a todos los demócratas".
"Tenemos que poner una gran línea roja donde no todo está permitido. No todos los discursos valen, no vale ninguna crispación, y eso es lo que nos tiene que enseñar esta experiencia", ha proseguido explicando Gámez, que ha lamentado además la postura de Vox al no condenar estas amenazas de muerte: "Me parece muy peligroso que se pongan en cuestión cosas tan serias como estas, y que ni siquiera se haya recriminado lo que ha pasado, sino que se ha ido más allá aún".
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