La entrevista de Jordi Évole a Morad ha abierto un punto de vista diferente hacia los Bloques Florida, el barrio más humilde de L'Hospitalet de Llobregat. La historia de este joven cantante es digna de película. En estos vídeos hacemos un repaso por los mejores momentos del programa en los que narra algunas de sus duras vivencias antes de lograr el éxito que ha alcanzado.

Morad renunció a 60.000 euros de una discográfica

Morad tenía claro que podía lograr el éxito por sí mismo sin firmar ningún contrato con discográficas por el que luego no pudiera actuar libremente. "Me cogió una persona de Sony España y me quisieron firmar. No llevaba ni tres canciones", recuerda el rapero, que señala que le proponían "dos álbumes" por "60.000 euros". Entonces el joven tenía solo 19 años. "Un niño puede caer en la tentación y firmar el papel", afirma Morad, que, finalmente, no firmó. "Yo sabía que 60.000 euros los iba a hacer yo solo", reconoce el artista en este vídeo:

"Encantado" con pagar a Hacienda

En una de sus canciones, Morad dice algo tan prosistema como: "Me tenía que robar todas las prendas y ahora pago todos los meses a Hacienda", una afirmación por la que Jordi Évole ha querido preguntarle en su entrevista. En este vídeo, cuenta Morad que se siente orgulloso de pagar todos los meses a Hacienda y de pagar "bien": "Me parece bueno porque siento que estoy contribuyendo por el país, para que ese dinero vaya a médicos públicos, a escuelas públicas. De eso no me puedo quejar".

"No me han querido ver español en ningún lado"

A pesar de su éxito, Morad desvela que le costó mucho encontrar un banco que quisiese abrirle una cuenta: "No sabía explicarme. Ellos no me entendían". Al hablar de sus raíces, cuenta que su país es Marruecos, aunque él ha nacido en España, porque no le han "querido ver español en ningún lado". Así, reflexiona sobre la inmigración y el racismo del que ha sido víctima en numerosas ocasiones en este vídeo con Jordi Évole.

El paso de Morad por la cárcel de menores

Con 12 años, Morad entró en un centro de menores junto con sus hermanos tras quitarle la custodia a su madre. Reconoce que esto le hizo ser más rebelde. "Los pequeños duraron nada, un año", explica el joven, que recuerda que él estuvo más tiempo porque decían que estaba "loco" y la "liaba mucho". Finalmente, Morad terminó en Justicia por varios delitos de robos con violencia. "Me comí nueve meses y no hice nada", afirma Morad, que insiste en que la primera vez que entró en Justicia fue por error.

100.000 euros al año en abogados

Jordi Évole habla con Morad y con su pandilla del barrio en la Florida, L'Hospitalet de Llobregat. Todos reflexionan sobre sus pasos por centros de menores o la propia cárcel. "La calle es así". Se quejan de la estigmatización del barrio y critican que muchas veces les señalan en delitos cuando ellos "no han hecho nada". "Alguna cosa haréis", responde Jordi Évole. "En la vida todo se ha hecho, pero ha llegado un momento que hemos dicho 'basta ya'", comenta la pandilla en este vídeo. A pesar de ello Morad desvela que hacen un gasto al año en abogados "de 100.000 euros".

Morad, "el niño de su madre"

Como si las cámaras hubiesen desaparecido del salón principal, Morad y su madre se comportan con total naturalidad y dejan ver en este vídeo una de las escenas más íntimas. Después de todo el estrés de los conciertos, de escuchar su nombre en varias voces, de pasear entre mucha gente que le conoce, y con problemas con la justicia aún sin resolver, Morad busca cobijo entre los brazos de su madre. Se tumba sobre sus piernas y su madre intenta tranquilizarle: "Ven algún día a pasar la noche con nosotros".