Superar un cáncer implica, entre otras muchas cosas, vivir con angustia cada revisión posterior. Dicen los que lo han vivido que pasen los años que pasen, ese miedo cada vez que toca volver al médico no acaba de irse. Y a esa congoja hay que sumarle los retos del día a día. Cosas cotidianas como acceder a un préstamo, un crédito bancario o un seguro médico son muy difíciles cuando en un historial médico figura la palabra "cáncer". Se supone que les asiste el conocido como "derecho al olvido oncológico", el derecho a avanzar en la vida y dejar atrás la enfermedad. Pero no siempre se cumple. La vicepresidenta Calviño se ha comprometido a modificar la legislación para garantizar ese derecho.

Ahora mismo no hay legislación al respecto en España. Junto a Islandia y Malta somos los únicos países de Europa que no tienen blindado el acceso a productos financieros de las personas que han tenido cáncer. Sí que hay una ley de 2018 para evitar que esto les suceda a las personas con VIH que incluye otras condiciones de salud, pero al no estar especificado, el cáncer queda excluido a ojos de las aseguradoras.

El mayor problema es con el banco porque en muchas ocasiones para acceder a un producto bancario, se necesita un seguro de vida. Por ejemplo a la hora de pedir una hipoteca. No lo obliga ninguna ley pero hay bancos que lo solicitan como garantía de pago. Y si no hay seguro, no hay hipoteca.

Ahí el problema pasa a ser con la aseguradora. La mayoría de compañías no hacen este tipo de seguros a personas que hayan tenido cáncer y las que lo hacen es a precio de oro. Con una prima altísima, casi siempre inasumible. Para compensar con ella los riesgos que la aseguradora dice asumir por tener a un paciente que aunque curado podría recaer.

Esto es así aunque médicamente después de cinco años de haberse recuperado tengan el mismo riesgo que una persona que no hay tenido cáncer. Eso es lo que denuncian los pacientes. Que una vez pasados los cinco años sin ninguna recaída no existe ese riesgo. Y por lo tanto deberían tener las mismas condiciones en una aseguradora que otro cliente. Las asociaciones dicen que cinco años es el plazo de debería aparecer en la ley.

Los afectados piden también tener en cuenta que cada vez es más frecuente que el cáncer se cronifique, sobre todo en algunos tipos de cáncer. Va a seguir ahí pero está controlada. Por eso piden que esos pacientes no estén sometidos a plazos.

España no protege a estas personas. ¿Cómo lo hacen los países que sí las protegen? El que más cumple con los deseos de los pacientes es Francia. Legislaron en 2016 y mejoraron la ley hace poco más de un año. Allí ahora mismo el derecho al olvido se fija en cinco años para todos los cánceres. Tras Francia fueron legislando otros países como Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo o Portugal. En la mayoría se establecen los mismos plazos. Diez años desde el final del protocolo terapéutico y cinco en el caso de personas que se curaron antes de los 21 años. Son los que marca el Parlamento Europeo.