El programa de La Roca ha tenido acceso en exclusiva al sumario del caso Alvia y a la única declaración ante sede judicial de uno de los imputados: Andrés Contabitarte, exjefe de Seguridad de Adif. Sus palabras son muy importante para este proceso porque todas las miradas se van a centrar en él.

Y es que, aunque durante muchos años se puso el foco en el maquinista, Francisco José Garzón, tanto su defensa como las víctimas piden justicia y responsabilidades a quienes debían velar por la seguridad de ese tramo. A nivel gubernamental, de Renfe y de Adif, se culpabilizó exclusivamente al error humano que habría cometido el maquinista al coger una llamada de trabajo precisamente en la fatídica curva de Angrois.

Durante su declaración ante el juez, Contabitarte explicó por qué no dotaron de seguridad ese tramo y se dejó todo en manos del maquinista: "Sin lugar a dudas, Adif puede establecer medidas adicionales, pero no se consideró necesario porque exceso de velocidad por fallo humano de maquinista no ha habido ninguno en todos estos años", argumentó el entonces responsable de seguridad.

Sin embargo, hay pruebas que contradicen esta versión. Los propios maquinistas fueron los que habían alertado mucho antes, cuando se estrenó esta vía, de la peligrosidad de la misma mediante un email. En él avisaban de que podría ocurrir una tragedia y un descarrile en la curva de Angrois si no se tomaban medidas extra de seguridad.

Preguntado por ello también en sede judicial, Conrtabitarte niega que esta advertencia de peligrosidad de la curva llegase a Adif "ni de forma tácita ni escrita". Cuando le preguntan si nadie conoce la transición de velocidad de la curva, él responde tajante: "Nadie, no, no. Para nada".

Otra de las cuestiones que están en duda es por qué se desactivó el sistema de seguridad ERTMS. Lo cierto es que los responsables alegan que estaba dando errores y que por eso se decidió desconectar, pero los peritos dicen que hubiese sido mejor que estuviese activado, con o sin error. Además, las víctimas apuntan a que hubo intereses comerciales ya que los errores en el sistema ERTMS provocaban retrasos en una línea que se había inaugurado vendiéndola como la llegada de la alta velocidad a Galicia.

A posteriori, se colocó en ese tramo peligroso una simple baliza, algo que tal y como reconoció el exresponsable de seguridad de Adif podría haber evitado el accidente. "Si la baliza la pones en determinados sitios, controlas la velocidad", declaró ante el juez.

Puedes ver más detalles de su declaración en la fase de instrucción en el vídeo que sigue a estas líneas.